El Padre Antonio - Rubén Blades y Seis del Solar
http://www.youtube.com/watch?v=AoTRjrhTJpQ
El Padre Antonio y el Monaguillo Andrés es una canción de Rubén Blades y Seis del Solar que forma parte del álbum Buscando América de 1984. El tema está basado en el asesinato del arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero, que fue perpetrado el 24 de marzo de 1980 en la ciudad de San Salvador.Óscar Arnulfo Romero y Galdámez (Ciudad Barrios, El Salvador, 15 de agosto de 1917 -- San Salvador, (Id.), 24 de marzo de 1980) conocido como Monseñor Romero,[1] fue un sacerdote católico salvadoreño y el cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980). Se volvió célebre por su predicación en defensa de los derechos humanos y murió asesinado en el ejercicio de su ministerio pastoral.
En octubre de 1979, recibió con cierta esperanza las promesas de la nueva administración de la Junta Revolucionaria de Gobierno, pero con el transcurso de las semanas, volvió a denunciar nuevos hechos de represión realizados por los cuerpos de seguridad.
Un día antes de su muerte, hizo un enérgico llamamiento al ejército salvadoreño:
Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Y en concreto, a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles... Hermanos, son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: "No matar". Ningún soldado está obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla. Ya es tiempo de que recuperen su conciencia, y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado. La Iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la Ley de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación. Queremos que el gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: Cese la represión.
-Óscar Romero
El día lunes 24 de marzo de 1980 fue asesinado cuando oficiaba una misa en la capilla del hospital de La Divina Providencia en la colonia Miramonte de San Salvador. Un disparo hecho por un francotirador impactó en su corazón, momentos antes de la Sagrada Consagración. Al ser asesinado, tenía 62 años de edad. Sus restos mortales descansan en la cripta de la Catedral Metropolitana de San Salvador. En 1993 la Comisión de la Verdad, organismo creado por los Acuerdos de Paz de Chapultepec para investigar los crímenes más graves cometidos en la guerra civil salvadoreña, concluyó que el asesinato de Monseñor Óscar Romero había sido ejecutado por un escuadrón de la muerte formado por civiles y militares de ultraderecha y dirigidos por el mayor Roberto d'Aubuisson, (fundador del Partido ARENA) y el capitán Álvaro Saravia, el cual, años más tarde confesó en una entrevista periodística su participación junto con importantes miembros empresariales del país, señalando a Mario Ernesto Molina Contreras, hijo del ex-presidente Arturo Armando Molina y a Roberto d'Aubuisson entre otros. D'Aubuisson, que murió en 1992 como consecuencia de un cáncer, siempre rechazó su vinculación al hecho.
El Padre Antonio Tejeira vino de España,
buscando nuevas promesas en esta tierra.
Llegó a la selva sin la esperanza de ser obispo,
y entre el calor y en entre los mosquitos habló de Cristo.
El padre no funcionaba en el Vaticano,
entre papeles y sueños de aire acondicionado;
y fue a un pueblito en medio de la nada a dar su sermón,
cada semana pa' los que busquen la salvación.
El niño Andrés Eloy Pérez tiene diez años.
Estudia en la elementaria "Simón Bolivar".
Todavia no sabe decir el Credo correctamente;
le gusta el río, jugar al fútbol y estar ausente.
Le han dado el puesto en la iglesia de monaguillo
a ver si la conexión compone al chiquillo;
y su familia está muy orgullosa, porque a su vez se cree
que con Dios conectando a uno, conecta a diez.
Suenan la campanas un, dos, tres,
del Padre Antonio y su monaguillo Andrés.
Suenan la campanas otra ves
del Padre Antonio y su monaguillo Andrés.
El padre condena la violencia.
Sabe por experiencia que no es la solución.
Les habla de amor y de justicia,
de Dios va la noticia vibrando en su sermón:
suenan las campanas: un, dos, tres
del Padre Antonio y su monaguillo Andrés.
Suenan la campanas otra ves
del Padre Antonio y su monaguillo Andrés.
Al padre lo halló la guerra un domingo de misa,
dando la comunión en mangas de camisa.
En medio del padre nuestro entró el matador
y sin confesar su culpa le disparó.
Antonio cayo, ostia en mano y sin saber por qué
Andrés se murió a su lado sin conocer a Pelé;
y entre el grito y la sorpresa, agonizando otra vez
estaba el Cristo de palo pegado a la pared.
Y nunca se supo el criminal quién fue
del Padre Antonio y su monaguillo Andrés.
Pero suenan las campanas otra ves,
por el Padre Antonio y su monaguillo Andres
Suenan las campanas
tierra va a temblar
suenan las campanas
por amërica
suenan las campanas
oh; virgen señora
quien nos salva ahora
suenan las campanas
de antonio y andres
suenan las campanas
ven y oyela otra ves
suena la campana
centroamericana
suena la campana
por mi tierra hermana
mira y tu veras
suena la campana
el mundo va a cambiar
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