A través de diversos medios informativos nacionales y de las cuentas de Facebook de diversos amigos y colegas de la historia, hemos leído las pasadas semanas que han desaparecido documentos históricos importantes (otra vez), tanto del Archivo Histórico como del Instituto de Cultura. Recordamos que poco más de una década atrás, bajo la administración del padre de nuestro actual Gobernador, en el Departamento de Educación también utilizaron varios libros educativos para manipular la historia a nuestros jóvenes. La administración siguiente se vió obligada a reeditar estos libros sumándole un sello de aprobación que los identificaba.
Nos preguntamos: ¿Qué harán con los Centros Educacionales, Casas, Museos y Teatros que tenemos en cada Estado de la Nación Norteamericana que custodian nuestra historia? ¿Qué harán con cada cineasta, historiador, escritor, poeta puertorriqueño que desde la diáspora recrean nuestra cultura y sucesos que han marcado nuestra historia a través de los siglos? Por más que traten de eliminar nuestra historia de los custodios del gobierno nacional. ¿Qué harán con los trabajos independientes? Los trabajos llevados a las pantalla grande, la chica y a universidades. Trabajos como:
"Héroes de Otra Patria", "Revolución en el Infierno", "La Guagua Aérea", "Nuyorikan Básquet 1979", "The Borinqueneers", "Albizu Vive", "Ramón Emeterio Betances - El Antillano", "1950 La Revolución Nacionalista", "Seva Vive", "Dialogando Sobre Independentismos", "Yo, Juan Antonio Corretjer", "Juan Mari Bras - Un ciudadano Indocumentado", entre muchos otros.
También nos preguntamos: ¿Qué harán con los estudios, escritos, obras de arte y trabajos hechos por hermanos simpatizantes de nuestra singular idiosincracia a través de los años en el extranjero? Trabajos como la película de 1990
"Show Of Force" (Lou Diamond Phillips), donde se presenta lo ocurrido en el Cerro Maravillas, o los documentales:
"Yo Soy Boricua, pa que tú lo sepas" y
"The Last Colony", el trabajo de Denis -
"Guerra contra todos los puertorriqueños", la conferencia llevada a la Biblioteca del Congreso en Washington:
"I'd still be Puerto Rican, even if born on the moon : documenting Puerto Rican migration and community through the arts", el semanario
"Pueblos Hispanos" de Nueva York, dirigido por puertorriqueños a mediados de la década de 1940, o los escritos referentes a nuestra relación con los Estados Unidos y la puertorriqueñidad del cubano Nicolás Guillén, de los chilenos Pablo Neruda y Gabriela Mistral, y del mexicano Gabriel García Márquez.
Reafirmamos con ahínco y esperanza todos los cuestionamientos anteriormente hechos, luego de ver que El Centro Cultural y Educativo Clemente Soto Vélez y el International Puerto Rican Heritage Film Festival presentarán el galardonado documental
“Jurakán: Nación en Resistencia” en la ciudad de Nueva York. Documental dirigido por el mexicano Gonzalo Mazinni y la productora puertorriqueña Rosa Emmannuelli Gutiérrez.
El acto de intentar manipular la historia es algo antiguo como el hombre mismo, pero respecto a nosotros, se ha puesto a luchar al puertorriqueño contra sí mismo (ver las Turbas Republicanas de 1900-1904) desde los inicios de nuestra relación con los Estados Unidos. En esos tiempos gran parte del liderato político puertorriqueño decidió entonces aspirar solo al acomodo, con el Partido Unión de Puerto Rico, el cual se mantuvo en el poder durante dos décadas (1904 - 1924). A mediados de la década de 1930 Pedreira publica su escrito "El Insularismo", donde presentaba a un puertorriqueño enajenado a la situación internacional e incapaz de encaminar su propio destino. Líderes como Muñoz Rivera, Muñoz Marín, Barbosa, Albizu y Corretjer, entre otros, demostraron con su propia vida que Pedreira se equivocaba respecto a la capacidad del puertorriqueño.
La tradición religiosa nos recuerda que la verdad siempre sale a la luz (Lucas 8:17, Marcos 4:22), algo que los estudiosos de la historia confirman. Siempre aparecen documentos que nos llevan a reevaluar la misma constantemente. A depurarla y pasarla por un filtro crítico. Solo bajo el juego de la política hallamos versiones, la verdad es solo una, y se prueba confrontando las partes salomónicamente. Esto es algo que nuestra cultura política no puede olvidar. Aquí no cambiará nada desde adentro, la historia lo confirma. Las Leyes Orgánicas de 1900 (Ley Foraker), 1917 (Ley Jones), y de 1947 (Ley 600), nos recuerda que Estados Unidos decidirá respecto a la relación con sus territorios, de acuerdo a los sucesos internacionales que les comprometa a reevaluar las mismas en su tiempo y espacio. O sea, lo que les convenga o a lo que se les comprometa al momento. Así que por favor, si realmente queremos hacer algo significativo debemos desarrollar la capacidad de aprender, desaprender y reaprender. Debemos buscar la unidad y el concenso para realizar esfuerzos, pero principalmente desde la diáspora, para resolver nuestro status, ya que aquí, entendemos que todo el derroche de energía, tiempo y dinero en la política nativa, será un esfuerzo en vano.
