Los ideales en su esencia no son malos. Malos somos los seres humanos que actuamos maquiavélicamente por lograr nuestros ideales.
Cuando un ideal nace es porque ya existía una necesidad que no cubrían los ideales ya existentes, y ese ideal naciente solo busca abrir camino par lograr realizar esa necesidad establecida de un grupo específico. Algo parecido sucede con las religiones.
Los ideales y las religiones son caminos que caminos son; caminos imperfectos con necesidad evolutiva, pero son caminos que caminos son. Unos para los cielos y otros para mejor vida, pero son caminos que caminos son.
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