
Gran parte del tiempo sucede que esa persona de nuestros sueños se va disipando, para dar paso a esa persona de nuestro corazón, porque la que gana nuestro corazón solo requiere tiempo para conocerla, la de nuestros sueños simplemente avacora nuestra mente por un tiempo y se evapora, entra a nuestra vida a través de la vista, el oído y el deseo, pero la que conquista el corazón lo hace con su presencia y esmero. Quizás aquí podemos aplicar la frase que dice: "Amor de lejos..." Porque el amor requiere tiempo, dedicación, presencia. Y la lejanía desmesurada puede ser fatal para ese amor joven, viríl, algo labrado.
Con el tiempo; si eres sabio, listo o algo analítico, descubrirás quién es esa persona capaz de conquistar día a día tu corazón. Fuera con la mirada, sus palabras, sus detalles...o ese dulce miedo que causa simplemente su presencia, son algunos indicios del amor. El deseo alimenta los sueños, pero el amor alimenta el corazón, la verdadera fuente de vida, la más pura fuente de los deseos. El corazón.
Solo recuerda; la pareja de nuestros sueños, mayormente no es la de nuestro corazón. Mi mayor deseo para tí: Que el corazón guíe tus pasos, que la razón te mantenga alerta, y que la oración alumbre siempre tu camino. Combinando estos tres elementos: Corazón, razón y oración. Saldrás victorioso de cada prueba. Especialmente en la prueba constante a la fidelidad en el amor. A tu encomienda en la vida.
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