No te des importancia en la presencia del rey ni te pongas en el lugar de los grandes:
Más vale que te digan: “Sube aquí”, que verte humillado ante un noble.
Lo que han visto tus ojos, no te apresures a llevarlo a juicio; porque ¿qué harás al final, cuando tu prójimo te cubra de confusión? Defiende tu causa contra tu prójimo, pero no reveles el secreto de
otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario