Shakespeare: Hamlet - Ser o no ser - To be or not to be (acto tercero, escena primera)
http://www.youtube.com/watch?v=xRXroRDyq1wTo be, or not to be: that is the question:
Whether 'tis nobler in the mind to suffer
The slings and arrows of outrageous fortune,
Or to take arms against a sea of troubles,
And by opposing end them? To die: to sleep;
No more; and by a sleep to say we end
The heart-ache and the thousand natural shocks
That flesh is heir to, 'tis a consummation
Devoutly to be wish'd. To die, to sleep;
To sleep: perchance to dream: ay, there's the rub;
For in that sleep of death what dreams may come
When we have shuffled off this mortal coil,
Must give us pause: there's the respect
That makes calamity of so long life;
For who would bear the whips and scorns of time,
The oppressor's wrong, the proud man's contumely,
The pangs of despised love, the law's delay,
The insolence of office and the spurns
That patient merit of the unworthy takes,
When he himself might his quietus make
With a bare bodkin? who would fardels bear,
To grunt and sweat under a weary life,
But that the dread of something after death,
The undiscover'd country from whose bourn
No traveller returns, puzzles the will
And makes us rather bear those ills we have
Than fly to others that we know not of?
Thus conscience does make cowards of us all;
And thus the native hue of resolution
Is sicklied o'er with the pale cast of thought,
And enterprises of great pith and moment
With this regard their currents turn awry,
And lose the name of action. —Soft you now!
The fair Ophelia! Nymph, in thy orisons
Be all my sins remember'd.
Ser o no ser, esa es la cuestión.
¿Qué es más noble para el alma
sufrir los golpes y las flechas de la injusta fortuna
o tomar las armas contra un mar de adversidades
y oponiéndose a ella, encontrar el fin? Morir, dormir...
nada más; y con un sueño poder decir que acabamos con el sufrimiento del corazón y los mil choques
que por naturaleza son herencia de la carne... Es un final piadosamente deseable. Morir, dormir,
dormir... quizá soñar. Ahí está la dificultad.
Ya que en ese sueño de muerte, los sueños que pueden venir
cuando nos hayamos despojado de la confusión de esta vida mortal,
nos hace frenar el impulso. Ahí está el respeto
que hace de tan larga vida una calamidad.
Pues quien soportaría los latigazos y los insultos del tiempo,
la injusticia del opresor, el desprecio del orgulloso,
el dolor penetrante de un amor despreciado, la tardanza de la ley,
la insolencia del poder, y los insultos
que el mérito paciente recibe del indigno
cuando él mismo podría desquitarse de ellos
con un puñal. Quién cargaría con el castigo de
Quejarse y sudar bajo una vida cansada,
pero el temor a algo después de la muerte –
El país sin descubrir de cuya frontera
ningún viajero vuelve- aturde la voluntad
y nos hace soportar los males que sentimos
en vez de volar a otros que desconocemos.
La conciencia nos hace cobardes a todos.
Y así el nativo color de la resolución enferma por el hechizo pálido del pensamiento
y empresas de gran importancia y peso
con lo que a esto se refiere, sus corrientes se desbordan
y pierden el nombre de acción.
Obra completa: http://www.bibliotecagratis.com/pdf/hamlet_shakespeare.pdf
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