Si el hombre maltratante y machista supiera lo valiosa que es la mujer, reconocería el porqué Dios le hizo concebir a ella y no a éste. Lloraría al nacer como reacción y durante su vida por amor a dicho sacrificio. Amaría siempre a la mujer y no la utilizaría solo para su complacencia. Haría de la relación con su mujer un eterno ágape, tanto espiritual como emocional y a su vez carnal. La amaría tanto que todos los días buscaría la manera de ser uno con ella, tal y como debe ser.
Ser mujer es cosa de gigantes!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario