Si deseas un mundo mejor es de "tontos" esperar que venga Dios a hacer lo que te toca, te toca a tí y me toca a mí dar la cara en nuestra comunidad, trabajo y en la calle.
La injusticia y el prejuicio son inaceptables. Cuando algo injusto sucede a tu alrededor o contigo es menester recriminar el injusto proceder. De ser necesario señalarlo y condenarlo con ahínco e indignación. De la o las personas proseguir y ver que tu señalamiento es ignorado, lo mejor es no seguir compartiendo con estas personas y seguir tu camino, porque de seguir compartiendo con ellos y decidir actuar como si nada pasara no te quitaría la responsabilidad de ser complice del asunto ni la culpa ante los ojos de Dios, ni los de tu alma. Que carguen ellos con la culpa y la responsabilidad de sus acciones, no tú. Así que como hacían los apóstoles en los lugares donde iban y su prédica era ignorada, a sacudirnos nuestros pies: "Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies"-. Mateo 10;14
Sacudirse el polvo de los pies era una señal de no tener más responsabilidad por el lugar donde se había levantado el polvo, dejando así esa zona para el juicio de Dios, para entonces ir a abrir caminos en terrenos que se dejen trabajar (Mateo 10, 14; Lucas 9, 5; 10, 11; Hechos 13, 51). (http://nihilnovum.wordpress.com/2010/04/25/sacudirse-el-polvo-de-los-pies)
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