Te regalo una monga si me regalas salud.
Alegra el día a este enfermo, aunque sea algo pelú. - Bomba!
Alegra el día a este enfermo, aunque sea algo pelú. - Bomba!
Fuí a Campos* y una puya, curaita en penicilina, entró en mi como medicina y salí sudando sueño, y la monga con su empeño de no quererme soltar, me hizo compañia en la cama, se portó como una dama, aunque me puso a temblar.
La llevé de paseos hasta el Templo, a mi gente quise convidar, pero ella no me quiso soltar, y así como fuí la regreso, esta monga que tiene sesos, y de mí anda enamorá. No la mando pa'l cará, porque hasta cariño le he cogido, como un niño he dormido, mis ojeras mejorado, pero siguió de mí jalando, esta monga condená.
Mañana espero tempranito, no gritar un ay bendito! Cuando el sol con la aurora aflore, y me vuelvan los dolores de esta monga condená. Puede suceda un milagro, de mi boca saldran flores, si me vuelven los dolores, de esa monga condená.
Se me vá o se me vá, de una forma o de la otra, mi paciencia anda en derrota, a fuego voy, no doy pa' más. Luego de este arrebato, me acostaré un buen rato, a ver si logro descansar. Si mañana me la encuentro, agarraré mi instrumento, entonaré un reguetonero canto, y te juro que de espanto...Se me vá! O se me vá!
Campos* - Dr. Campos, el " Dr. de los pobres" , quien tiene su oficina en el barrio Cordillera, del pueblo de Ciales. Puerto Rico.
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