Cuando la mediocridad ostenta el poder; la norma, ya sea por costumbre o por egoísmo, es que consideren a un portador de luz como amenaza y no como oportunidad, a un adversario en vez de un maestro. Piensan que actuará según actuarían ellos.
La mediocridad otorga al cambio el título de enemigo. Cuando el cambio en su esencia es la norma en un planeta evolutivo como el nuestro, al igual que la misma raza humana, que camina en una constante evolución. El mediocre olvida que la idea es un germen; que una vez plantado, su destino es crecer, desarrollarse y existir. El mediocre podrá talar un árbol, pero no podrá jamás con sus semillas.
La pregunta es: Eres parte de la mediocridad? O eres parte de la evolución? Que tu respuesta me la digan tus obras, no tu boca, ni tus escritos. Bendiciones!!!!
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