HERMANOS MIOS, TENED POR SUMO GOZO CUANDO OS HALLEIS EN DIVERSAS
PRUEBAS, SABIENDO QUE LA PRUEBA DE VUESTRA FE PRODUCE PACIENCIA. MAS
TENGA LA PACIENCIA SU OBRA COMPLETA, PARA QUE SEAIS PERFECTOS Y CABALES,
SIN QUE OS FALTE COSA ALGUNA.
Santiago 1:2-3
Santiago 1:2-3
A
veces Dios permite que tengamos unas pruebas o pasemos por unas experiencias
imposibles de ganar bajo nuestra propia fortaleza o habilidad. Muchas de
esas veces es para recordarnos cuan frágiles somos bajo nuestra condición
humana, otras para recordarnos que sin la fortaleza que viene de Él es
imposible que seamos fieles cumplidores de nuestras propias palabras ni de su encomienda. Como por
ejemplo, cuando Pedro niega a Jesús tres veces. Pero luego; ungido con la
Fortaleza y entrega que solo puede llevar una persona llena del Espíritu Santo
fue fiel dirigiendo la Iglesia naciente, hasta su muerte en cruz.
Leamos un versículo de lo aprendido por Pedro, ahora aplicado y divulgado: "En lo
cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario,
tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sea sometida a prueba
vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba
con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado
Jesucristo"(1 Pedro 1:6-7).
También
tenemos el caso de Santa Teresita de Liseux, quien en la Nochebuena de 1886
abandona para siempre su carácter excesivamente sensible y su inclinación al
llanto, entreviendo en este repentino cambio la acción segura de la gracia de
Dios. Teresa lo señala como el día de su conversión. «Aquella noche en la que Jesús se
hizo débil y sufrió por amor a mí, me hizo fuerte y valerosa, me vistió con sus
armas. Y desde aquella noche bendita nunca más fui vencida en ningún combate,
sino que marché, por el contrario, de victoria en victoria, y comencé una
carrera de gigante".
Teresita
menciona "El manantial de mis
lágrimas se secó y no volvió a abrirse mas que raramente"...había
vuelto a encontrar el ánimo que había perdido a los cuatro años, y desde
entonces lo conservaría para siempre... "Sentí que la caridad me entraba en el corazón, con la necesidad de
olvidarme de mí misma y favorecer a los demás, y desde entonces fui feliz».
También
contamos con el testimonio del aguijón de Pablo: “Y para que la grandeza de las
revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne,
un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera” (2 Corintios 12:7). Aunque este versículo es controversial, ya
que se ha interpretado de tantas maneras (y nosotros no vamos a entrar en ese
asunto ahora), debemos recordar que bastante problemas tuvo Pablo cuando al ser
líder judío "perseguidor" y ciudadano romano, se convierte en líder de
la Iglesia perseguida, y lleva las enseñanzas de Jesús fuera del mundo judío,
con o sin aguijón.
Dios
usa
las pruebas para quitar la espiritualidad superficial en nuestras
vidas. Ellas revelan nuestras actitudes secretas, internas, creando
conciencia de nuestros pecados secretos, nuestros valores no aclarados y
nuestros
motivos egoístas. Muchas
veces permite que caigamos en un sinnúmero de
pruebas antes de una gran bendición, encomienda, o ambas. Ya que
consideramos;
según nuestra propia experiencia y testimonio de otros, que es la mejor
manera
para recordar a quien recibe la gracia, don, regalo o bendición, quién
es el
dador. Aclarando y señalando en nuestra conciencia para siempre que sin
El somos nada, que debemos contar siempre con El en nuestra vida,
seguir sus caminos, confiar que estamos siempre bajo su presencia y que
no ocurre
nada que El no permita antes. Que a todo lo ocurrido El le puede sacar
provecho
para nuestro bien. En fin; debemos contar siempre con El antes de toda
decisión
o senda a tomar. Para que nos ilumine y no perdamos nuestro norte. El
único camino
seguro es el de la Providencia Divina, y la misma está compuesta de
sendas
infinitas, conocidas solo por Dios.
Podemos
concluir este artículo con las palabras de Pablo y Teresita... que Jesús no
llama a los que son dignos, sino a quienes El quiere. Les citamos: "Dios
tiene piedad de quien quiere Él, y es misericordioso con quien Él quiere. No
es, pues, obra de quien quiere ni de quien corre, sino de Dios que tiene
misericordia" (Pablo en Rm 9,15-16). “No
soy siempre fiel, pero no me desaliento nunca, me abandono en los brazos de
Jesús” (Teresita, un 18 de julio de
1893. LT
143, OC 467) Al final de nuestra vida terrenal, de decidir
permanecer y perseverar en la fe, esperamos que puedas repetir junto a nosotros con Pablo: "Ya no soy yo quien vivo, sino
es Cristo quien vive en mí" (Gal. 2, 20).
http://www.santateresita.es/documentos/stateresita/Historia_de_un_alma.pdf
Páginas consultadas:
http://apologista.wordpress.com/2009/07/08/%C2%BFque-era-el-aguijon-de-la-carne-para-pablo/
http://www.mercaba.org/FICHAS/Santos/TLisieux/santa_teresa_de_lisieux.htm
http://www.abideinchrist.org/selahes/feb28.html
http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php/15295-Por-que-Dios-PERMITE-las-pruebas
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