"Los críticos que tratan a "adulto" como un término de aprobación, en vez de un mero término descriptivo, no pueden ser adultos por sí mismos. Preocuparse por ser adulto, admirar al adulto porque es adulto, sonrojarse por la sospecha de ser infantil; esas cosas son las marcas de la niñez y adolescencia. Y en la niñez y adolescencia ellas son, con moderación, síntomas saludables. Los jóvenes deben querer crecer. Pero arrastrar hasta la edad avanzada o incluso hasta la temprana hombría esta preocupación por ser adulto es una señal de desarrollo interrumpido. Cuando yo tenía diez años, leía cuentos de hadas en secreto y me habría avergonzado si me hubiesen encontrado haciéndolo. Ahora que tengo cincuenta los leo abiertamente. Cuando me hice hombre dejé las cosas infantiles, incluyendo el miedo al infantilismo y el deseo de ser muy adulto."
- C. S. Lewis
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