Hay preguntas ingenuas, preguntas tediosas, preguntas mal
formuladas, preguntas planteadas con una inadecuada autocrítica. Pero
toda pregunta es un clamor por entender el mundo. No hay preguntas
estúpidas. Los niños listos que tienen curiosidad son un recurso
nacional y mundial. Se los debe cuidar, mimar y animar. Pero no basta
con el mero ánimo. También se les debe dar las herramientas esenciales
para pensar-. Carl Sagan (El Mundo y sus Demonios)
"No hay preguntas estúpidas. La única pregunta estúpida es la que no se
hace. Aunque podáis meter la pata, nunca tengáis miedo a preguntar si no
sabéis algo. Y tampoco tengáis miedo de que se rían de vosotros por
ello: esos que se ríen, ni conocen la respuesta ni se atreven a
preguntar. Y si la conocen, poco más aprenderán."
LA ADMIRACION COMO ORIGEN DE LA FILOSOFIA
Dice Aristóteles en su Metafísica: “Pues los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración [thaumadzein]”(Met.982b,12). La admiración de la que habla Aristóteles es la de aquel que “reconoce su ignorancia”.
Este reconocimiento nace de un previo preguntarse sobre aquello que se
creía saber, pues no se ve claro el fundamento sobre el que se asienta
determinado conocimiento. Se trata de aquella admiración socrática que
nace en aquel que descubre que desconoce aquello que creía saber.
Las
preguntas que en ese estado de admiración se formulan son del tipo
“¿cómo sabemos tal cosa?”, “¿qué queremos decir con tal concepto?”,
“¿Qué hace posible tal fenómeno?”, etc. Las preguntas de este tipo no
niegan aquello sobre lo que se trata, no se pronuncian sobre su verdad o
falsedad, simplemente abren el camino que conduzca a la verdad de las
cosas.
Este camino es un mirar las cosas de forma diferente a la habitual. Lo
usual es vivir según un repertorio de creencias y respuestas adquiridas
en la comunidad en que vivimos. Ellas forman nuestro mundo, que no
tiene porque ser igual al de los que se desenvuelven en otras
comunidades, en las que se habrá desenvuelto otro repertorio de
creencias. En ese nuestro mundo las cosas son vistas persiguiendo fines
prácticos y las satisfacción de deseos y necesidades. Es una visión interesada. En la admiración esa visión se transforma en una visión desinteresada.
A esa visión desinteresada es lo que Aristóteles llamó theoría. Theorein es examinar o inspeccionar las cosas para ver lo que ellas son, permitiéndoles que manifiesten su realidad.
Es
sugestiva la etimología que algunos dan para teoría, haciéndola derivar
de theos = dios y horao = ver, examinar. Theoría vendría a ser algo así
como “visión desde la perspectiva de Dios”. Especulación, del verbo
latino speculari también
tiene el significado de mirar desde arriba, desde una atalaya, observar,
espiar. En ambos casos se encierra esa idea de distanciarse para ver
mejor lo que hay.
Tomados de:
http://metanoia.lacoctelera.net/post/2008/02/20/la-admiracion-como-origen-la-filosofia-1 http://www.historiasdelaciencia.com/?p=264
No hay comentarios:
Publicar un comentario