"De nada sirve que la imaginación tenga alas, si el corazón es una jaula". - Frida Kahlo
El desapego es el acto más elevado del amor incondicional. Duele, duele mucho, duele porque hay que soltar lo que amas, hay
que dejar ir.
Ese
dolor es mental y causa sufrimiento al ego, por el temor de la posible
pérdida de una posesión que no existe, no es real, es ilusoria, porque
no podemos poseer a nada ni nadie. No nos pertenecen los hijos, los
padres, los amigos, la pareja...
Son
seres libres e independientes, con su propio camino por recorrer, igual
que nosotros. Por eso no se puede subyugar la felicidad de unos hacía
los otros: Si no eres feliz tú sólo, no lo serás con nadie.
El
apego es el controlador del tiempo que no te permite vivir en el
presente, ya que te ancla al pasado o al futuro. Sin embargo, el
desapego te mantiene en el aquí y el ahora.
Desapego
es soltar al otro, sabiendo, que pase lo que pase, tú vas a estar bien.
Y puede doler mucho, porque nos enseñaron que podíamos poseer todo tipo
de cosas, hasta ser dueños de seres humanos y controlarlos.
Desapegarse es el acto de soltar y desprenderse de objetos y personas con agradecimiento por el tiempo en que fueron parte de tu vida y la enriquecieron de alguna manera.
Sólo cuando sueltas, fluyes y dejas espacio para recibir la abundancia en todos los aspectos de la vida que por derecho te pertenece.
De la red...
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