En la antigüedad, las mujeres que presentaban ansiedad, cambios de humor y depresión eran mandadas por sus maridos al médico, el cual le diagnosticaba que padecían de una enfermedad denominada “histeria”, en la actualidad conocida como ansiedad.
El nombre de la enfermedad proviene de la palabra útero (“hystera” en griego). Dado que en la antigüedad Platón e Hipócrates asociaban estos síntomas al desplazamiento del útero enfermo por el interior del cuerpo de las mujeres.
Siglos más tarde, Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, afirmó que el origen de la histeria se debía a alguna experiencia reprimida por el inconsciente.
Por un lado, desde los comienzos del psicoanálisis se comenzó a utilizar el método catártico, empleando la hipnosis y la curación por la palabra.
Por otro lado, la vertiente más médica centraba la cura en
intervenciones sobre el útero: fortaleciéndolo (con métodos arcaicos y
dañinos, como los sangrados, las inyecciones de nitrato de plata y las
cauterizaciones) o extirpándolo (a través de una histerectomía).
Además de los métodos anteriormente citados, también existía otro método
de curar la histeria: el paroxismo histérico, o dicho en otras
palabras, la masturbación asistida.
Sin embargo, este método provocaba grandes dolores y molestias musculares a los médicos. Es en ese momento cuando Joseph Mortimer Granville hace uso de la tecnología emergente de la época para crear un aparato que facilitase el método del paroxismo.
Es así como este médico británico inventó el vibrador con fines médicos para curar la histeria. Pero, no es hasta 1902 cuando la compañía Hamilton Beach comienzan a comercializar los primeros vibradores, como un electrodoméstico más.
En 1952 la Asociación Americana de Psiquiatría (A.P.A) desacreditó la histeria como enfermedad y afirmó que se trataba de un mito.
A día de hoy podemos entender que la única enfermedad de aquellas mujeres era el padecimiento de la represión sexual de la época. Donde la masturbación solo era permisible bajo prescripción médica y el disfrute sexual únicamente se limitaba a los hombres.
Tomado de: https://www.centrodamar.com/la-histeria-femenina/ y https://www.facebook.com/photo/?fbid=855501539937741&set=a.471294148358484
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