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domingo, 5 de mayo de 2024

PANCHITO ESCOMBROS

https://www.youtube.com/watch?v=_zRLPt2kYz8


A raíz del terremoto, surgieron millares de historias y anécdotas, como para escribir varios libros de testimonios. Y es que enmedio de la tragedia que enlutó a toda Nicaragua, el espíritu estoico de nuestro pueblo logró una vez más cristalizar aquella frase que escuchamos a los abuelos: “Hacer de tripas corazón”.Tomaré –de manera un tanto aleatoria- la experiencia de Tranquilino Carcache, un legítimo “Managua terremoteado”.

Vivíamos en el Barrio San Antonio. Propiamente donde están situadas actualmente las llamadas “palomeras”. La madrugada del 23 de Diciembre de aquel año 72 salimos todos al patio. Cuando nos abrazamos felices de estar vivos, nos percatamos de que hacía falta un miembro de la familia: La mama Canducha, la abuelita de los Carcache. Doña Cándida era inválida desde los setenta y cinco años. Al cumplir los ochenta, se desplazaba en su silla de ruedas por toda la casa, cantando valses que había aprendido desde su infancia en El Realejo, el antiguo puerto de Chinandega.

Todos nosotros, hijos y nietos, caímos de rodillas, pidiendo perdón al Señor por olvidarnos de la santa matrona, que –rosario en mano y escapulario en el pecho- vivía rezando por la felicidad los Carcache. Al clarear el alba,  empezamos a remover escombros y bajo una viga de laurel macho, vimos brillar la silla de ruedas. Nuevos llantos y oraciones se unieron a aquella ola de lamentos que se oían por todos los costados de la ciudad, herida de muerte. De pronto, la voz de Mama Canducha pareció brotar entre las ruinas. Nos quedamos viendo como idiotizados, hasta que caímos en la cuenta de que el valsesito “Morir soñando” venía del patio. Y efectivamente, sentadita en una piedra, bajo el jícaro sabanero, bien compuestita ella, con su camisón de dormir, su escapulario y su sonrisa pícara, estaba Doña Cándida Carcache, más vivita que nunca.

-Cuando mi papá- termina diciendo el cronista- le pregunta a la abuela  cómo hizo para salir de la casa, siendo una inválida, Mama Canducha se limitó a recitar un sabio refrán que dice: Con tigre suelto…no hay burro con reumatismo

Miles de anécdotas como ésta, nacieron al calor del terremoto del 72. Pero una de ellas, me inspiró esta canción. - Carlos Mejía Godoy

PANCHITO ESCOMBROS - Carlos Mejía Godoy

Me llamo Francisco
y soy medio-bizco
me hizo Dios así
A mí me hacen ruedas
en las polvaredas
del Reparto Shick

Quedé sin trabajo
y ahora, carajo!
todo se acabó
Hace quince días
entré a las cuadrillas
de demolición

Y me encontré en la brigada
con el pofi Cuerpo-e-león
con Porfirio Care-mula
y Venancio Sarampión

Mi nombre es Pancho Cajina
Managua terremoteado
y aunque tengo mala espina
yo no soy mal bozaleado
Mi nombre es Pancho Cajina
pero tengo un mal apodo
por trabajar en las ruinas
me dicen Panchito Escombros

Tuve un rifi-rafa
con un tipo chafa
que es de aquí no más
Por su care-perro
fue que lo escogieron
como capataz

El mentado clinche
fue por un bochinche
que inventó el jayán
Porque en los escombros
con tremendo asombro
divisé un collar
Un collar de fantasía
que le quiero regalar
a la Pilucha Bonilla
mi mujer del Oriental

Mi nombre es Pancho Cajina…

En el alboroto
de este terremoto
todo lo perdí
Perdí mi casita
que era tan bonita
de la Tenderí

Me puse contento
cuando supe el cuento
que iban a venir
Muchas toneladas
de carne enlatada
para mi país

Pero siempre a la sardina
se la come el tiburón
y el que tiene más galillo
siempre traga más pinol

Mi nombre es Pancho Cajina…

Y EL VERBO SE HIZO CANTO ESPECIAL PARA MAGAZINE.  -  Carlos Mejia Godoy

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