Saga Espiritual - Chadys



"Saga Espiritual" - Chadys
*Obtén el Disco Compacto por tan solo $14.99 aquí!
(Manejo y envío gratis a cualquier lugar)
*Escríbenos al email

Descarga "Saga Espiritual" (en tu tienda preferida)




Agradezco su aportación


Las donaciones son bienvenidas, y de forma segura a través de PayPal.



Translate

Saludos cordiales:

Saludos amigos del blog!!!! Quiero darles la bienvenida a mi humilde aposento cibernético con el cual comparto desde el año 2009 lo que me apasiona en el mundo de las artes, la historiografía, la música, la literatura y la espiritualidad. Y también escritos originales... Pueden accesar a mi música en Spotify, YouTube y a los interesados en mis publicaciones literarias, las pueden adquirir en su librería preferida en Puerto Rico, Amazon, eBay, o escribiéndome. Muchas bendiciones!

Visitas al blog

viernes, 22 de noviembre de 2013

La importancia de la contemplación dentro de la meditación... y cierta analogía.

En varias ocasiones hemos mencionado que la oración es trina (oración, meditación y rezo), así como Dios es trino (Padre, Hijo, Espíritu Santo), el hombre es trino (alma, mente y cuerpo), y la educación es trina (espiritual, emocional e intelectual). Tomando el tema de la oración. Dentro de la oración, en la etapa de la meditación (razonar, entender) se debe llegar a la contemplación (adorar, entrega, comunión). En la oración, la contemplación y la meditación te alejan de un concepto de la verdad para acercarte más a la verdad como un absoluto. La meditación a través de raciocinio y la contemplación a través de la entrega amorosa, el abandono absoluto. En ciertas etapas de la misma ocurre como con el coito dentro de la relación de pareja. La entrega se vuelve tan profunda que dos dejan de ser dos, y por unos instantes se funden convirtiéndose en uno. He aquí la importancia de buscar esa intimidad, tanto en el amor de pareja como en la oración. Es la única fase donde los lazos, las raíces se vuelven tan profundas, que resultaría bien difícil romper con ese amor, tan bien cimentado y fecundado en el seno del mismo amor (Dios).
Sumamos este artículo relacionado para mayor entendimiento de lo antes expuesto:

¿QUÉ ES MEDITAR?
Diferencia entre Meditación y Contemplación 



Dice Santa Teresa de Jesús sobre le meditación:   "Llamo yo meditación al discurrir mucho con el entendimiento". Dice que no conviene que toda la oración sea discurso mental:  "Es bueno discurrir un rato ... pero que no se  vaya todo el tiempo en esto ... porque la sustancia de la oración no está en pensar mucho, sino en amar mucho ... y amar es complacer a Dios en todo".

Lo que está diciendo es que para orar hay que amar.  Y amar es darse a Dios:  ir a la oración a entregarnos a Dios:  Señor, aquí estoy. Te amo, te necesito. ¿Qué quieres de mí?
Advierte que no es lo mismo razonar que adorar (“hacer actos de alabanza y entrega a Dios”).  No es lo mismo trabajar con el entendimiento (meditar) que exclamar con palabras interiores (actos anagógicos), con las que mostramos a Dios nuestro amor y nuestra entrega. 
Puede pasarse, casi sin darnos cuenta, de la meditación a la contemplación, o presencia de Dios o recogimiento. Y esto es don y decisión del Señor.  No podemos lograrlo por propio esfuerzo, por más que tratemos.  Nuestro esfuerzo consiste en sintonizar, en adorar.  Y si viene –porque así Dios lo decide- hay que darle paso a esa oración más elevada.

La meditación moviliza nuestra inteligencia para ponerla al servicio de la Palabra de Dios.  Pero, no sólo Santa Teresa, sino otros Directores Espirituales ponen límite a la oración de meditación.
La meditación es útil.  Consiste en preparar la tierra y quitar las piedras, para hacernos más abiertos a Dios, a confiar en El, a amarle mejor.   Pero la contemplación y la oración de silencio son mejores aún, pues nos llevan inmediatamente a un contacto directo personal con el Señor.  (cf. Padre Marie Dominique Philippe en Seguir al Cordero)

Pueda que sea más fácil meditar, porque allí sentimos que  mantenemos el control.  Podemos hasta volvernos especialistas en meditación.  Pero, si insistimos demasiado en meditar podemos impedirnos a nosotros mismos llegar al silencio de la oración contemplativa, por querer seguir controlando con el pensamiento y los razonamientos.

Al Demonio no le interesa que contemplemos, ni siquiera que nos recojamos.  Nos mete dudas, nos mete temores, para que sigamos exteriorizados.  No quiere que lleguemos al contacto directo con Dios en el silencio.  Así el que tiene mejor control es el Maligno y puede tener más éxito en las tentaciones.
Podríamos, por causas ciertas, dejar de meditar lo que nos hemos propuesto (una vez por semana o al menos una vez al mes) pero no podemos nunca dejar de orar.  Nunca podemos dejar de adorar.
Tampoco debemos confundir lectura espiritual con oración.  Hay que leer buenos y recomendados libros, pero no podemos nunca restarle a la oración para leer. 

Tomado de:  http://www.homilia.org/oracion/3_5_2queEsMeditarDif.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario