Aún en el desierto
Aun en el desierto podemos encontrar paz, sosiego,esperanza,seguridad y
pueden ocurrir grandes milagros que tal vez nos sorprendan.
“Y dijisteis: He aquí Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y éste aún vive.” Deuteronomio 5:24
Sabias que Dios se manifiesta también en medio del fuego? Sabias que los grandes milagros que el pueblo de Israel pudo presenciar de parte de Dios fue cuando se encontraba en el desierto? El desierto es un lugar donde el ser humano experimenta sus límites, y donde termina el poder del hombre, comienza el poder de Dios!
“el significado claro del desierto es la de Necesidad“.
Uno de las características del desierto, es la ausencia de más básico y necesario para vivir, como el “agua” esto provoca personas limitadas y sedientas de una respuesta, consientes de la necesidad de un Dios! Es decir, esta terrible ausencia, produce después de todo un buen resultado! En el desierto te das cuenta que solo Dios puede Ayudarte!
“Por eso voy a seducirla; la llevaré al desierto y hablaré a su corazón. Oseas 2:14
Si estás pasando por un desierto, o estás atravesando el fuego, no te detengas, no te desanimes. Estoy segura que te has cansado de luchar y tienes mucha sed, pero no te rindas! Dios quiere hablarte en medio del fuego, y del desierto! No dejes de creer, porque aun en el desierto puedes encontrar tesoros! Es tiempo de escuchar a Dios.
“Porque ¿qué es el hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva?” Deuteronomio 5:26
Alguna vez me pregunté, quién soy yo para que un rey muera por mi? Por el gran sacrificio que Él hizo, solo puedo decirte que Dios no es indiferente a tu necesidad, vales mucho, más de lo que te imaginas y todas las cosas que nos permite vivir encierran algo que necesitamos aprender, y más aun cuando pasamos por medio del fuego o desierto.
“Vivir en el desierto significa vivir con Dios y para Dios, sin depender de nada, ni de nadie y mucho menos de nosotros mismos, puesto que ahí vemos que nuestras fuerzas tienen un límite”
“Y dijisteis: He aquí Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y éste aún vive.” Deuteronomio 5:24
Sabias que Dios se manifiesta también en medio del fuego? Sabias que los grandes milagros que el pueblo de Israel pudo presenciar de parte de Dios fue cuando se encontraba en el desierto? El desierto es un lugar donde el ser humano experimenta sus límites, y donde termina el poder del hombre, comienza el poder de Dios!
“el significado claro del desierto es la de Necesidad“.
Uno de las características del desierto, es la ausencia de más básico y necesario para vivir, como el “agua” esto provoca personas limitadas y sedientas de una respuesta, consientes de la necesidad de un Dios! Es decir, esta terrible ausencia, produce después de todo un buen resultado! En el desierto te das cuenta que solo Dios puede Ayudarte!
“Por eso voy a seducirla; la llevaré al desierto y hablaré a su corazón. Oseas 2:14
Si estás pasando por un desierto, o estás atravesando el fuego, no te detengas, no te desanimes. Estoy segura que te has cansado de luchar y tienes mucha sed, pero no te rindas! Dios quiere hablarte en medio del fuego, y del desierto! No dejes de creer, porque aun en el desierto puedes encontrar tesoros! Es tiempo de escuchar a Dios.
“Porque ¿qué es el hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva?” Deuteronomio 5:26
Alguna vez me pregunté, quién soy yo para que un rey muera por mi? Por el gran sacrificio que Él hizo, solo puedo decirte que Dios no es indiferente a tu necesidad, vales mucho, más de lo que te imaginas y todas las cosas que nos permite vivir encierran algo que necesitamos aprender, y más aun cuando pasamos por medio del fuego o desierto.
“Vivir en el desierto significa vivir con Dios y para Dios, sin depender de nada, ni de nadie y mucho menos de nosotros mismos, puesto que ahí vemos que nuestras fuerzas tienen un límite”
Aportación de Ana María Berríos.
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