Luchar, confiar y esperar...

Todo tiene una solución providencial para los que esperan en Dios. Sea por una parte esa inspiración divina para hacer lo que hay que hacer, y en el proceso Dios siempre guiando. O por la otra esperar y confiar; porque cuando uno ha dado todo lo humanamente posible solo quedan la fe y la oración. Solo queda Dios, el que nunca falla.

Recordemos como decía el Padre Pío ( ver foto), cuando un hombre cree y lucha honradamente, debe prepararse para la prueba y la guerra, porque el enemigo solo ataca a quien trata de superarse,estar cerca de Dios, y aportar a la sociedad. Los demás se atacan solitos, caen en sus propias maldades y se enredan en sus mentiras. Su vida carece de sentido, por lo menos ante los ojos de Dios. En cambio; aquel que tiene metas que convienen a todos (no metas egoístas), cree y lucha por ellas, adquiere ipso facto un enemigo directo: Satanás.

Satanás también es necesario; gracias a él el ser humano trasciende y se convierte en quien debe ser. Claro está, solo los que se atreven y perseveran. Dios siempre ha tenido todo bien calculado, y el enemigo es parte esencial en los caminos del hombre, solo debemos entender las razones de Dios, las del enemigo y las nuestras para entonces crear una buena ensalada vital con todos los ingredientes que tenemos a nuestro alcance, incluyendo siempre a Dios en el proceso y enfrentando junto a El, desde El y con El a su antagónico.

Debemos tener siempre presente las palabras que apoyan nuestro postulado tanto para el trabajo, el amor y la vida misma: "Cuando una puerta se cierra mil ventanas se abren". Dar siempre el máximo, confiar y orar en todo momento sin desfallecer. De eso trata la fe y la vida espiritual, en luchar y confiar. Tarde o temprano vuelve la dicha a tocar nuestra puerta, y entonces estaremos preparados para recibir el regalo, antes no.

Nos despedimos redundando: Luchar y confiar, si no has dado el máximo, a continuar luchando, porque Dios obra directamente cuando ya nosotros no podemos, si nosotros podemos, pues El lucha con nosotros, pero si quieres ver el milagro, da el máximo y discierne, que si no lo has logrado aún y sientes en tu corazón que estás clar@ y decidid@ en lo que quieres, entonces El luchará por ti. Milagros ocurren todos los días, la vida misma es un milagro. Pero ten claro una cosa; el milagro visual solo sucede cuando ya no hay recursos humanos para lograr la encomienda, entonces se vuelve meritorio el milagro y Dios procede por amor a tí y compromiso con su palabra, la cual es vida misma.

A veces es necesario arrancarle de las manos a Dios ese milagro, pero no es el caso de nuestro postulado, nuestro postulado va para aquellos que como Daniel en el foso de los leones (Daniel 6:17-23), deben esperar en Dios el milagro, porque lo dieron todo, y en esa tormenta deben apaciguar su alma hasta encontrar la paz, lucharon y solo les resta confiar y esperar.

Oremos como Daniel (Daniel 9:19):
¡Oh Señor, escucha! ¡Señor, perdona! ¡Señor, atiende y actúa! ¡No tardes, por amor de ti mismo, Dios mío! Porque tu nombre se invoca sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.

Canción complementaria: 

Ricardo Rodríguez - Calma
 http://www.youtube.com/watch?v=v-DU6CSkT2A

Recuerdo cuando un niño sus palabras
Consejos de una madre fiel y sabia
no se olvidan para siempre quedaran
ellas, vuelven una y otra vez
como lampara a mis pies
cuando siento desmayar

Coro:
Calma, que la vida no se acaba
con el sol de la mañana volveras a sonreir
Calma, nunca pierdas la esperanza
Dios permite las tormentas siempre para bendecir.

Yo se que piensas que tu historia acaba
Y que al final no ha sido cuento de hadas
Que tu sueño no vera la realidad
Oh, pero no, no te rindas ten confianza
que la ultima palabra, Dios es quien la escribira.

Coro

Ohhh, eres fiel a sus promesas
Ya veras si solo esperas
algo grande viene para ti...