A cada momento hay personas que son llamadas... u obligadas, a comenzar desde cero. Cuán difícil es aceptarlo, y más doloroso e incomprensible cuando ese cambio nace en los adentros. Esas agonías del espíritu humano que resiste ante el deseo y obra de Dios tercera persona, el Espíritu Santo, el cual ansía hacer un milagro en sus vidas. Mientras más luchan más larga es su agonía, y más doloroso el proceso. Cuando se trata del espíritu lo mejor es abandonarse, dejar a Dios ser Dios, y nosotros continuar siendo barro... aceptar, confiar y esperar. Aceptar, confiar y actuar, según sea el caso.
"Yo quiero ser, Señor amado
Como el barro
en manos del alfarero
Rompe mi vida, hazla de Nuevo
Yo quiero ser un vaso nuevo"
Como el barro
en manos del alfarero
Rompe mi vida, hazla de Nuevo
Yo quiero ser un vaso nuevo"
“Palabra de Yahvé que vino a Jeremías, diciendo: Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.” (Jeremías 18:1-4) ver el sermón entero: http://centraldesermones.com/sermones/antiguo/a151.htm
EL ALFARERO
por Van Walton Miembro del Equipo de conferencistas de Proverbios 31, Ministerios para la mujerVersículo clave:
“Mujer ejemplar, ¿dónde se hallara? ¡Es mas valiosa que las piedras preciosas!” Proverbios 31:10 (NVI)
Hoy lee el capítulo entero. Escribe el versículo. Memorízalo
martes, el 7 de abril
Devocional:
¿Se ha preguntado alguna vez cuál es su valor? Vuelva a leer el versículo clave de esta semana. ¡Imagínate! En los ojos de Dios, tu valor es más cuantioso que el de las piedras preciosas. Dios es nuestro creador, amándonos a cada una porque nos hizo con todo su orgullo, para mostrarle al mundo que la mujer es especial. Pon atención a esta historia, dándote cuenta de que tú eres el jarrón bellísimo, esa jarra única.
El alfarero pasaba sus días junto al río sacando barro fresco con sus manos, escogiendo bastante tierra para crear la vasija perfecta.
Un día él soñó acerca de una vasija que iba a colocar en su ventana. Su plan era mostrar este jarrón a todos los que pasaran frente a su casa. Cualquier persona que viera este arte único sería cambiada por la pura existencia de este jarrón.
El alfarero andaba por los lados del río donde encontró el barro que necesitaba y se lo llevó a casa. Allí en su lugar de trabajo, sacó el barro y empezó a arreglar su masa. Mezcló el barro, pegándolo y estirándolo. Tiró la mezcla contra la mesa asegurándose que no había huecos de aire. Trabajando con el barro lo amasó y, poco a poco, lo transformó a un diseño único. Con sentimientos profundos miraba hacia la ventana porque un día iba a poner su creación allí. Finalmente, al culminar el día, se puso de pie admirando su trabajo.
Deleitado, exclamó, “Esto es bueno. Esto es muy bueno.” Allí ante sus ojos estaba un jarrón bellísimo con curvas perfectas, asas delicadas, bordes ondulados y una base sólida. El alfarero usó sus dedos para firmar su marca en el jarrón. Escogió piedras preciosas para decorarlo. Estaba completo.
Abriendo el horno, puso el jarrón en el fuego. La obra se cocinó durante muchos días y cuando abrió el horno y sacó el arte acabado, él sonrió. “¡Maravilloso!”
Sus planes se habían desarrollado de la misma manera que él había soñado. Colocó la jarra en la ventana pero no había acabado.
Ahora tenía que darle vida y propósito. La llenó con agua y flores perfumadas y coloradas. El trabajo se había terminado pero su propósito viviría por la eternidad porque cada persona que pasaría por este lado querrá saber quién la creó.
¿Sabes que Dios es El Alfarero? La Biblia dice, “A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú El Alfarero. Todos somos obra de Tu mano.” Isaías 64:8 (NVI)
Dios tuvo un plan cuando te creó. “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes, afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” Jeremías 29:11 (NVI)
Tú eres una hechura especial. Dios desea que brilles para traerle a Él la gloria. Cuando nos enfocamos en sus planes y no en nuestras expectativas, la vida cambia. Como el florero en la ventana, deja que tu vida sea formada en las manos de Dios. Él hará una diferencia, trayendo belleza y luz al mundo.
Recuerda que, “Cuando Dios nos dio la buena noticia, puso, por así decirlo, un tesoro en una frágil vasija de barro. Así, cuando anunciamos la buena noticia, la gente sabe que el poder de ese mensaje viene de Dios y no de nosotros, que somos tan frágiles como el barro.” 2 Corintios 4:7 (BLS)
Mi oración para hoy:
Dios, Tú eres el Creador. ¡Tú me hiciste! Perdóname por no haberte reconocido como El Alfarero de mi vida. Toda mi vida he caminado tras mis ideas de quien soy. Hoy quiero dar vuelta y seguirte a ti. Padre Santo, muéstrame cómo darte el control de mi vida. Quiero ser el barro. Fórmame y hazme una mujer tuya. Oro en el nombre de Jesús, tu Hijo, Amen.
Tomado de: http://enespanoldevocionales.blogspot.com/2009/04/el-alfarero.html
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