Existen tantas diversos conceptos para lograr un mismo fin en la vida, que algunas veces olvido que vinimos a la misma sin manual de instrucciones. Y que para no ser adoctrinado por lo conceptos que me venden del éxito y la felicidad a veces simplemente me obligo a buscarme para poder encontrarme, y durante el proceso me recreo. Compartiendo lo aprendido, experimentado o simplemente reciclado con quien me lea o escuche.
Retomando el tema principal que es el proceso de la vida; hoy comparto con ustedes que lo que realmente es un concepto erróneo es la idea absoluta que tenemos del término al que llamamos vida y lo que se nos ha inculcado que nos dará la felicidad dentro de ella. Filosofando vida podríamos concluir que el manual al que se nos ha expuesto nunca ha sido supervisado por el gran hacedor de vida, solo por personas a las que llamamos profetas, expertos y filósofos. Escuchemos; meditemos y decidamos solamente luego de haber inferido que nuestro manual de vida se enriquecerá o empobrecerá con cada página transpirada, sublimada, escrita con la tinta misma de libre albedrío que se nos fue otorgado para ver las cosas de la mejor manera y vivirlas de una forma igual: simple.
Para vivir la vida, lo mejor es transpirar vida. Este principio lo practicó el primer hombre que aprendió a combinar el instinto con el razonamiento, acumulando conocimiento y transmitiendo la experiencia a través del lenguaje.
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