El Perdón - Sandra Graves: http://www.youtube.com/watch?v=zsQaiiO_Xxs
Ya se ha dicho muchas veces que hay enfermedades cuyo origen son heridas del alma que solo pueden tener una cura espiritual. En idioma común nos referimos a ellas como enfermedades “psicosomáticas”. “Psico” es un nombre para el alma – el lugar en donde residen las emociones, la razón y la voluntad – y “soma” para el cuerpo. Y conocíamos evidencias de que el cáncer puede ser consecuencia de una corrosiva falta de perdón. Pero ahora el artículo que compartimos hace mención a un estudio estadístico confirmatorio de que la falta de perdón puede efectivamente conducir a esa enfermedad cuyo nombre nos aterroriza. Es que la falta de perdón disminuye las defensas de nuestro cuerpo y nos deja inermes ante la enfermedad y aún la provoca – en el articulo se abunda sobre esto -.
Ahora bien, la Palabra hace un énfasis continuo sobre nuestro deber cristiano de perdonar y en consecuencia no acumular en nuestro íntimo lo que en lenguaje bíblico se llama “raíces de amargura”:
“Quítense de vosotros toda amargura,
enojo, ira, gritería, maledicencia y toda malicia.
Antes sed bondadosos unos con otros,
misericordiosos, perdonándoos unos a otros,
como Dios también os perdonó
a vosotros en Cristo”
Efesios 4:31-32
Y también:
“Mirad bien, para que ninguno
deje de alcanzar la gracia de Dios,
y para que no brote ninguna raíz de amargura
que os perturbe y contamine a muchos”
Hebreos 12:15
Tomado de: http://reyjusticianuestra.com/el-perdon-cura-el-cancer/
Pablo escribe: “Dejad lugar a la ira de Dios” (Romanos 12:19). Él está diciendo: “Soporten el daño. Ríndanlo y avancen. Vivan en el Espíritu”.
Sin embargo, si decidimos no perdonar las ofensas hechas a nosotros, vamos a enfrentar las siguientes consecuencias:
* Llegaremos a ser más culpables que la persona que ocasionó la herida.
* La misericordia de Dios y su gracia hacia nosotros se apartarán. Luego, a medida que las cosas comiencen a ir mal en nuestras vidas, no lo entenderemos, porque estaremos en desobediencia.
* Los maltratos de nuestro perseguidor en contra nuestra,continuarán robándonos la paz. El obtendrá la victoria al lograr herirnos de forma permanente.
* En cuanto Satanás logre conducirnos a tener pensamientos de venganza, él podrá llevarnos a pecados aun más mortales. Y cometeremos transgresiones aun peores que éstas.
El escritor de Proverbios, aconseja: “La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa” (Proverbios 19:11). En otras palabras, no debemos hacer nada hasta que nuestra ira no haya menguado. Nunca debemos tomar una decisión ni tomar medidas mientras estemos aún airados.
Cada vez que pasamos por alto las ofensas y perdonamos los pecados cometidos en contra nuestra, traemos gloria a nuestro Padre celestial. Al hacerlo, nuestro carácter es edificado. Cuando perdonamos como Dios perdona, Él nos lleva a una revelación de favor y bendición que nunca conocimos.
Jesús nos dice que debemos amar a aquéllos que se han hecho nuestros enemigos, haciendo tres cosas:
1. Debemos bendecirlos.
2. Debemos hacerles bien.
3. Debemos orar por ellos.
En Mateo 5:44 Jesús dice: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.”
“La falta de perdón” es clasificada como una enfermedad en algunos libros de medicina. Los doctores aseguran que hace enfermar a la gente. Por eso, una nueva “Terapia del perdón” está siendo usada para ayudar a tratar enfermedades como el cáncer.
Jayne Valseca no estaría hoy aquí si no hubiera aprendido a perdonar. Cuando ella y su esposo Eduardo vivían en México, él fue secuestrado y torturado mientras Jayne negociaba su liberación. Ella describe la odisea en su libro, "Tenemos su marido.
“Yo sabía que el estrés estaba afectando a mi sistema inmunológico”.
Tras 8 meses Eduardo fue liberado, pero ahora Jayne tenía que luchar por su vida: “Casi no me sorprendió, pero sí me devastó oír que estaba en la etapa 4 del cáncer de mama”.
Jayne oró por sanidad, aunque los médicos le dieron una sentencia de muerte: “Recopilé información, y en un libro leí del Centro de Tratamientos del Cáncer de América y pensé, wow, esto suena como un lugar fantástico”.
Terapia del perdón
Jayne añadió la Terapia del perdón a su tratamiento de cáncer, con el Dr. Michael Barry, pastor y autor del libro “El Proyecto Perdón”.
“Albergar emociones negativas, la ira y el odio, crea un estado de ansiedad crónica. La ansiedad crónica muy probablemente produce exceso de adrenalina y cortisol, que reducen la producción de las células naturales, que son los soldados de su cuerpo en la lucha contra el cáncer”, comenta el Dr Barry.
La investigación de Barry en gente con cáncer mostró que 61% tenía problemas de perdón. Más de la mitad eran graves como el de Jayne. Ella era consumida por el odio contra los secuestradores de su esposo.
La Terapia del Perdón comienza con descartar tres mitos: perdonar no es reconciliar, no exime el mal comportamiento y no detiene la búsqueda de justicia.
El camino de Jayne al perdón incluyó escribir una carta a sus enemigos, orar por ellos y buscar empatía con ellos: “Vi a los secuestradores como bebés, y los llevé, uno a uno, a un escenario imaginario que yo cree, pasando por las cosas que probablemente habrían vivido, para llegar a donde llegaron, para hacer lo que lo hacen, y lo que me hicieron a mí y a mi familia. Entonces tuve una sensación de alivio, como si un montón de ladrillos, se quitaran al instante de mis hombros”.
“Cuando alguien perdona de corazón, que es la regla de oro de Mateo 18, encontramos que es capaz de hallar un sentido de paz. A menudo los pacientes se refieren a esto como una sensación de ligereza. No nos damos cuenta la carga de ira y odio que llevamos hasta que la soltamos”, agrega Barry.
http://www.youtube.com/watch?v=DqiMrxxyHyw&feature=related
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