UN BUEN AMANTE
Es común que a los sexólogos nos pregunten secretos para ser un buen amante, la idea de técnicas ocultas y de secretos de alcoba están presentes en la mentalidad de nuestra población, desdichadamente no existen tales claves sexuales aunque son muchas las recomendaciones que podemos brindar para acrecentar la calidad de vida de las parejas.Quizás el punto clave para convertir a los varones en buenos amantes, es quitarle esa ansiedad por penetrar, esa precisa que ostenta el varón costarricense de introducir el pene a nivel vaginal lo antes posible, esa concepción que la relación sexual es ante todo penetrar.
Evidentemente el varón que rápidamente procede a la penetración, rápidamente experimentara la eyaculación, y en esta rapidez es difícil que la mujer disfrute el acto sexual y mucho menos que llegue al orgasmo.
Por eso la regla número uno del buen amante, consiste en prolongar los juegos sexuales, gratificar a la mujer y gratificarse el mismo con los preámbulos y esquivar la penetración hasta etapas tardías de la relación sexual, con esto nos aseguramos que la mujer ostente niveles altos de excitación y por ende se encuentre mas preparada para disfrutar la penetración.
Buena parte de las disfunciones sexuales son producto de una penetración apresurada, así la eyaculación precoz suele ceder y hasta desaparecer cuando el varón aprende a deleitarse con las caricias sexuales y pospone la penetración.
De igual manera en la mujer, alteraciones como la falta de deseo sexual, y la incapacidad para disfrutar las relaciones sexuales se tratan precisamente con una serie de técnicas en las cuales "todo se vale menos penetrar".
De alguna manera las parejas que tienen bastantes tiempo de estar juntos se tienen que reconciliar con los besos, con los abrazos y con todas aquellas travesuras que practicaban cuando apenas empezaban a conocerse y la penetración no era permitida.
Tomado de: http://www.drmauro.com/610-UN-BUEN-AMANTE.html
CANCIÓN DE LOS AMANTES - José Ángel Buesa
http://www.youtube.com/watch?v=eX0jql69UrA
Donde quiera en las noches se abrirá una ventana
o una puerta cualquiera de una calle lejana,
no importa dónde ni cuándo, puede ser donde quiera:
ni menos en otoño, ni más en primavera.
Y hoy igual que mañana, mañana igual que ayer,
un hombre enloquecido, besará una mujer.
Tal vez nadie lo sepa; como tal vez un día
todos irán sabiendo lo que nadie sabía.
Y para los amantes, su amor desesperado,
podrá ser un delito, pero nunca un pecado.
Por eso el amor pasa por las calles desiertas,
y es como un viento loco que quiere abrir las puertas
Bien saben los amantes que hay caricias que son;
no una simple caricia, sino una posesión.
Y que un beso, uno sólo, puede más que el olvido,
si se juntan dos bocas en un beso prohibido.
¡No! Un gran amor no es grande por lo mucho que dura
si se parece a un árbol reseco en la llanura.
Y los amantes saben que sin querer siquiera,
hay un amor que crece como una enredadera.
Es natural que el agua de un estanque sombrío,
sueñe en sus largas noches con el sueño de un río.
Y si por algo es triste la lluvia que no llueve,
será porque es la lluvia condenada a ser nieve.
Es natural que un día comprendan los amantes
que no hay nunca sin siempre, que no hay después sin antes.
Y así brota en el alma la rebelión de un sueño,
que es como un perro arisco que le gruñe a su dueño.
El amor... Esa estrella de una sombra infinita,
aunque muera cien veces, cien veces resucita.
Y suele ser un niño de manos milagrosas,
que rompe las cadenas y hace nacer las rosas.
Ya no habrá días turbios. Ya no habrá noches malas,
si hay un amor secreto que nos presta sus alas.
Y el corazón renace con renovada fe,
igual que los rosales, que no saben por qué.
Donde quiera, en las noches, puede abrirse una puerta,
pero... tan suavemente, que nadie se despierta.
Puede ser en otoño. Puede ser en verano,
tanto un amor tardío como un amor temprano.
Una mujer, un hombre y un oscuro aposento:
Y allá afuera, en la calle, sigue pasando el viento.
Y si en la noche hay algo queriendo amanecer
es simplemente un hombre, que besa a una mujer.
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