La puerta de la felicidad se abre hacia dentro, hay que retirarse un
poco para abrirla: si uno la empuja, la cierra cada vez más. - Sören Aabye Kierkegaard.
“Nadie puede convencer a otro que cambie. Cada uno de nosotros custodia una puerta del cambio que sólo puede abrirse desde adentro”.Virginia Satir, autora y psicoterapeuta estadounidense. 1916- 1988.
"Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra se abre sólo que a veces no la vemos porque nos quedamos paralizados frente a la que se cerró. No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos... pero otras veces no sabemos de lo que nos estamos perdiendo hasta que lo encontramos."
"Un famoso pintor presentó un cuadro. Una impresionante figura de Jesús
tocaba la puerta de una casa. Con el oído junto a la puerta, pretendía
oír si alguien le respondía. Todos admiraban aquella preciosa obra de
arte. Sin embargo, un observador muy curioso y perspicaz, encontró un
fallo en el cuadro y se lo hizo notar a su autor: la puerta no tenía
cerradura. Y fue a preguntar al artista, no sin cierta picardía: -“Oiga,
su puerta no tiene cerradura. ¿Cómo se hace para abrirla?”
-“Así es- respondió el pintor. Usted ha observado bien. Esa casa no tiene puerta porque representa el corazón del hombre. Sólo se abre por el lado de adentro”.
Él no obliga a nadie, ni fuerza contra su voluntad a que le abran. Cada uno lo hace libremente. Él nos respeta siempre porque nos ama, incluso aunque en nuestra indiferencia o negación nos hacemos daño a nosotros mismos. Es el misterio del amor de Dios y de la libertad humana. Si queremos que Dios nazca en nosotros, hemos de preparar nuestro nacimiento, nuestro “belén” interior."
SI ESCUCHAS MI VOZ
ME QUEDARE CONTIGO"
"El ser humano da con respuestas a sus incógnitas
por medio de la introspección. Todos tenemos respuesta a nuestras
inquietudes y está dentro de nosotr@s mism@s. El problema es que se
trata de un camino árduo al que hay que atreverse, como diría San
Agustín. Sapere aude, (atrévete a saber) y verás que el sentido de las cosas que
hacemos reside en nuestro propio interior, en nuestro saber. "-“Así es- respondió el pintor. Usted ha observado bien. Esa casa no tiene puerta porque representa el corazón del hombre. Sólo se abre por el lado de adentro”.
Él no obliga a nadie, ni fuerza contra su voluntad a que le abran. Cada uno lo hace libremente. Él nos respeta siempre porque nos ama, incluso aunque en nuestra indiferencia o negación nos hacemos daño a nosotros mismos. Es el misterio del amor de Dios y de la libertad humana. Si queremos que Dios nazca en nosotros, hemos de preparar nuestro nacimiento, nuestro “belén” interior."
"MIRA QUE ESTOY A TU PUERTA Y LLAMO
SI ESCUCHAS MI VOZ
ME QUEDARE CONTIGO"
Poder de la Introspección. San Agustín (354-430)
Uno de los poderes fundamentales del ser humano, quizás el que
nos diferencia del resto de la creación, es el del pensamiento y que, a
la vez, se logra, se refuerza y crece a través del mecanismo básico que
muchos estudiosos ven en el libro “Confesiones” de este filósofo. Cuando
se llega a la conclusión que con la introspección, se permite el
emerger del autoconocimiento que va dar origen a la autovaloración, la
autoestima, la comunicación clara, la jerarquización, la negociación y,
finalmente, el posicionamiento ético.
Es muy difícil que quiera conocerme profundamente
sin que, al mismo tiempo, conozca más a la vida.
Nació hace 1655 años en el África Romana, en Numidia y cuya madre
es Santa Mónica. Dotado de una gran inteligencia, luego de llevar una
“vida loca” comienza la búsqueda de la verdad que encuentra en Dios.
Esto, le lleva a convertirse en un pensador, filósofo y escritor que va a
darnos una lección sobre lo que significa la introspección, que se
evidencia, sobre todo en sus “Confesiones”.
Uno de los hechos fundamentales de la introspección, cuando se
hacen a plena conciencia y quizás, con el establecimiento de una
adecuada metodología, permite encontrar el valor del pensamiento y, con
él, el valor de haber tenido revisiones y reflexiones sobre el ser,
haciendo las preguntas adecuadas. Por ello, nos permitimos reproducir,
un párrafo que encontramos, escrito por San Agustín y que nos da pie
para encontrar dónde puede estar el poder de la introspección.
"Tu que te quieres conocer, ¿sabes si existes? Lo sé. ¿De
dónde lo sabes? No lo sé. ¿Te sientes como una substancia simple o
compuesta? No lo sé. Sabes que te mueves? No lo sé. ¿Sabes qué piensas? Sí, lo sé".
Como lo dice el mismo escrito en su análisis, uno no puede dudar de
la propia existencia y este pensamiento es la base de San Agustín al
ser el principio más seguro al poder poner en duda todo lo externo pero
menos saber que el que piensa vive y piensa.
Esto genera la realidad del poder del ser que tiene el que piensa y
que, además, puede ir comunicándolo de manera cada vez más eficiente.
El pensamiento genera un poder que va a alimentar y profundizar la
conciencia y con ella, la revisión de la realidad.
La conexión real de la introspección con el poder se encuentra, de
manera muy evidente, en el autoconocimiento que se genera y con esto da
pie para todos los mecanismos que se dan como en cadena luego que un ser
humano, va tomando conciencia de todo lo que es y que podemos
sintetizar en la autovaloración, la autoestima, la comunicación, la
jerarquización de las cosas y, finalmente, de la negociación que permite
definir, como lo hace todo el mundo que se atreve a profundizar el
pensamiento, el del posicionamiento y, sobre todo, el permitir a través
de la propia seguridad, comprender el posicionamiento del otro.
Tomado de: http://www.robertodevries.com/index.php?accion=ver_articulo&arti_id=1122
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