Sabes que vas bien por los caminos de la paciencia cuando comprendes que la prisa y la estaticidad no llevan a ningún lado, solo la continuidad.
Si pides paciencia prepárate para los problemas, si pides tolerancia también. Mejor pide paz; sabiduría y discernimiento, porque las situaciones que desarrollarán estos dones en tí te aseguro vendrán gratis a tu vida, ayudándote a convertirte en la persona que Dios quiere que seas, todo esto si se lo permites.
La resignación es enemiga de todo hombre con espíritu de superación. Pero cuidado; no confundas resignación con aceptación y acatar la voluntad de Dios. Que una cosa es ser paciente y otra cómodo, una cosa es ser humilde y otra pendejo, una cosa es ser obediente y otra intransigente. Recuerda que para ser líder primero debemos aprender a ser pacientes, humildes, obedientes... y a amar. Líder que carezca de alguno de estos atributos no es líder. Pide discernimiento; abraza tu cruz y sigue con tus metas. Que Dios habla al corazón del hombre inspirándole día a día a proseguir y a superarse.
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