Así como a la bella flor hay que podarla y alimentarla, a la mala hierba hay que cortarla de raíz.
Entre todas la flores del jardín; yo por lo menos trato de ser como el trébol, lol.
Una mala hierba muy habitual en el césped
Entre las malas hierbas que pueden crecer en el césped, el trébol es una muy habitual. Su crecimiento es más abundante debido a la escasez de agua y de nitrógeno, por lo que una manera eficaz de evitarlo es proporcionar al césped agua en abundancia y un abono rico en nitrógeno durante la primavera. Los abonos ricos en fosfato o en potasio también favorecen el crecimiento de tréboles.
En el caso del trébol blanco (Trifolium repens), esta mala hierba crece en forma de matas, pero sus raíces producen nitrógeno, por lo que se utiliza como herbicida para césped.
Distintos tipos de trébol
El trébol blanco (Trifolium repens) crece en climas templados y húmedos, donde alcanza una altura de unos 10 cm, y es muy apreciado como planta forrajera para alimentar al ganado. Igual que el resto de ejemplares del género trifolium, este trébol tiene hojas trifoliadas con los foliolos ovales de color verde y una mancha blanca. Sus inflorescencias pueden llegar a tener 200 flores blancas o blanco-rosadas. Esta planta necesita mucha luz y agua, ya que es muy sensible a la sequía. No obstante, puede crecer en suelos pobres o arenosos, aunque en este caso necesita un importante aporte de fertilizantes fosfórico.
El trébol amarillo (Trifolium dubium), o trébol ambiguo, puede alcanzar los 50 centímetros de altura. Sus flores tienen un cáliz con cinco nervios y corola amarilla, y se diferencia de otras especies de trébol por sus inflorescencias globosas y pedunculadas de color amarillo. Además, las hojas cuentan con foliolos con el terminal más largo que los laterales.
El trébol rojo (Trifolium pratense) es una leguminosa salvaje y muy común que se utiliza como forraje para los animales y como planta medicinal para las personas. Las flores de este trébol pueden ser de color blanco o rosado. Este tipo de trébol crece en Europa, Asia Central y América del Norte. Sus raíces tienen unos nódulos especiales que alojan la bacteria que transforma el nitrógeno, por lo que lejos de ser una mala hierba, en la medida justa es muy beneficioso para el campo.
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