"Madurar es cuidar lo que dices, respetar lo que escuchas, y meditar lo que callas."
Para unos madurar es hallar la felicidad en la imperfección. Para otros es negarse a sí mismos, desechar lo que ya no nos sirve y tomar lo nuevo con amor. Redescubrirse, deconstruirse, aplicar lo conocido, lo estudiado, sin dejar de mirar las cosas como el niño que una vez fuimos. Madurar es reconocer que la ingenuidad es necesaria para evolucionar, ya que solo una mente ingenua puede ver cosas donde no las hay, y luego crearlas, convirtiéndose en artistas. Madurar es aceptar algunas veces lo que no podemos cambiar. Otras veces es luchar hasta alcanzar lo que para otros es inalcanzable. Es estar siempre dispuesto a aprender, en todo momento y de todos. En especial de los niños, que nos muestran las formas más puras de las cosas.
Madurar es discernir, cuándo una cosa y cuándo la otra. La mejor manera de desarrollar discernimiento es a través de la oración, y aplicar lo que intuimos nos llevará a nuestra meta. Madurar también es saber que ya no cabemos en algunos lugares. Por ejemplo, si no cabes en un columpio, busca uno más grande, pero no dejes de recrearte. Si no puedes correr, camina, pero no dejes de moverte, si no puedes tolerar a álguien, ama, porque el verdadero amor duele. Pero siempre protégete, y guarda distancia cuando sea menester. Madurar es elegir la soledad cuando no te conviene cierta compañía. Madurar es elegir, y no se elige a cualquiera ni se está en todas partes. Hay lugares que la persona madura no visita.
Madurar es aplicar, no es difícil. Difícil es educar el caracter, el cuerpo, aguantarse las ganas...eso requiere fuerza de voluntad, madurar solo requiere aplicar conocimiento sobre la vida en la toma de decisiones y verbalizar de la manera correcta y justa nuestras intenciones, anhelos y demandas. Madurar es ser responsable, y la persona responsable tambén busca aportar.
"Madurar es aprender a querer bonito, extrañar en silencio, recordar sin rencores y olvidar despacito." - Frida Kahlo
Madurar es narrar la verdad, no tu versión de la verdad. Incluye lo que pudiste hacer mejor, y de ser necesario...disculparte. Madurar es aprender a ser humilde. En ello consiste la verdadera grandeza. Madurar es ser concecuente, vivir lo que se habla. Es decir la verdad sin miedo a las consecuencias, y estar dispuesto a afrontar la adversidad. No hallar culpables fuera de uno mismo. Madurar duele, acéptalo.
La persona madura ora por propósitos, los caprichos se los brinda de vez en cuando, no necesita orar por ellos. Existe, es consciente de ello. Entiende que todo cambia por tanto aprende, desaprende y reaprende constantemente, hasta el día del regreso. La persona madura anda ligera de equipaje, sabe que todo se va rápido y por tanto intenta sacarle lo mejor al día a día, de la manera más sencilla posible. La persona madura sabe que el amor de su vida es ella misma, y decide compartir tanto amor con otra persona perfectamente imperfecta, tal cual es ella. No cree en príncipes y ni princesas, pero sabe que cada cual lleva un tesoro, solo que algunos no se dan cuenta. Reconoce que no todos los tesoros son para ella, por tanto no es egoista, y elige cuidadosamente aquél que realmente aporte a su propia riqueza. Aquél que sea afin con ella. Aquél que simplemente le haga bien.
Madurar es no hacer daño, aunque el otro lo merezca. No confundamos venganza con justicia. La persona madura lucha por hacerse justicia, pero reconoce el karma, y sabe que hay luchas que no valen la pena, así que algunas veces toma la espada, y otras deja que la vida siga su curso. La vida y el tiempo suelen dar finales felices e inesperados a situaciones que nosotros no vemos solución. La persona madura reconoce tambien cuando hacer silencio y sentarse a esperar.
Madurar no pertenece a la edad, madurar es hacerse fuerte, trabajar una vida sana, saludable, plausible. Envejecer es solo una realidad física, nada más. Madurar en el amor es sanidad. El amor verdadero va de la mano con salud mental, el balance y el equilibrio emocional. Donde no sumen, ahí no es. Donde no tengas paz, ahí no es, donde no haya equilibrio, ahí no es. Así que caminalo...no será orgullo, sino salud y selectividad.
Al final, madurar es una consecuencia, que nace de la experiencia y del conocimiento aplicado. Todos crecemos, pero no todos maduramos. Así que mucho ojo, y elige bien a tus compañeros de viaje. Bendiciones!