Cómo saber que no eres uno de ellos? Pregúntate cuántas personas te han pedido la mano, y luego pregúntate cuánto estuviste dispuesto a dar de ti. Al final pregúntate: Hice lo suficiente?
Recordemos una regla de oro, la esencia de la justicia: "No hagas a tu prójimo lo que no te gustaría que te hicieran a ti." También podemos crear una nueva frase derivada de la anterior: Haz por los demás lo que esperas que hagan por ti. Ser justo; es lo mas sencillo. No esperemos ser perfectos, pero sí podemos estar dispuestos. Y esto puede hacer la diferencia.
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