Dejar ir no es cobardía... Tampoco es humillarse el perseguir un sueño, un deseo, un amor. Hay que saber cuando luchar y cuando dejar ir, porque hay mucho por vivir, y cuando el ser humano se conoce como debe, sabe lo que le puede sumar vida a su vida, sabe lo que puede hacerle feliz. Por tanto repito; hay que saber cuando luchar, y también cuando dejar ir.
Dejar ir
Siento la paz y la libertad de dejar ir y confiar en Dios.
Los pilotos a menudo describen el momento del despegue como uno de libertad, durante el cual el avión desafía la gravedad y se separa de la tierra. Los pilotos necesitan cierto grado de valor para dejar ir y confiar en que la aerodinámica del avión funcionará apropiadamente.
De la misma manera, necesito cierto grado de valor para dejar ir y tener fe en Dios como el poder activo en mi vida. Para alcanzar este nivel de confianza, recuerdo momentos en mi vida en los que sentí que la presencia divina me guió y bendijo. Veo el ejemplo de la vida de Jesús, y aprecio Su fortaleza, entrega y confianza en Dios. Dejo ir, y confío en que el bien que ha sido demostrado en el pasado continuará en mi vida. Mi fe me permite dejar ir y confiar en Dios.
No temas ni desmayes.—1 Crónicas 28:20
Tomado de: http://www.unityenlinea.org/dailyword/dejar-ir-thursday-march-28-2013
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