Saga Espiritual - Chadys



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Saludos cordiales:

Saludos amigos del blog!!!! Quiero darles la bienvenida a mi humilde aposento cibernético con el cual comparto desde el año 2009 lo que me apasiona en el mundo de las artes, la historiografía, la música, la literatura y la espiritualidad. Y también escritos originales... Pueden accesar a mi música en Spotify, YouTube y a los interesados en mis publicaciones literarias, las pueden adquirir en su librería preferida en Puerto Rico, Amazon, eBay, o escribiéndome. Muchas bendiciones!

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domingo, 31 de marzo de 2013

Amor eterno, amor terreno.

Aquél que busca primero el amor eterno; o sea, el de Dios, como consecuencia Dios le guiará a ese amor terreno, imperfecto, pero perfecto para aquél que está dispuesto a trabajarlo.

Llega solito...cual musa.


El amor llega solito y fluye como manantial.... quien cambia su cauce es el ser humano con sus actitudes, egoismos y deseos de manipular.

"Abrace a los suyos y aferrece... que aquí no es bueno el que ayuda sino el que no jode, acuérdese." - Arjona

Un deseo...

Si Dios un día te diera la oportunidad de concederte un deseo... cual seria el tuyo?

El mío sería El mismo. Fuente de todo don, Amor de los Amores, el Alfa y el Omega, el Olam, El Shaddai, Rey de Reyes y Señor de Señores. Bendito seas por siempre!  Abba, Elohim, Adonai, Hashem... y en buen español: papito!

Eschuchen este hermoso tema complementario:

Wilder Ascanio - Con Cristo Me Basta 
http://www.youtube.com/watch?v=-o7lXT6sF7A

Y el mundo le hace paso...


El mayor ejemplo, Cristo... que cargando su cruz venció al mundo.

sábado, 30 de marzo de 2013

AMA, Y HAZ LO QUIERAS...

la única medida desmedida es la del amor.

"LA MEDIDA DEL AMOR ES AMAR SIN MEDIDA...AMA, Y HAZ LO QUIERAS" - San Agustín

KAHLIL GIBRAN y FACUNDO CABRAL - EL AMOR



Entonces dijo Almitra: Háblanos del Amor,
Y él alzó la cabeza y miró a la multitud, y un silenció cayó sobre todos, y con fuerte voz
dijo él:
Cuando el amor os llame, seguidle,
aunque sus caminos sean duros y escarpados.
Y cuando sus alas os envuelvan, ceded a él,
aunque la espada oculta en su plumaje pueda heridos.
Y cuando os hable, creed en él,
aunque su voz pueda desbaratar vuestros sueños como
el viento del norte asola vuestros jardines.
Porque así como el amor os corona, debe crucificaros.
Así como os agranda, también os poda.
Así como se eleva hasta vuestras copas y acaricia
vuestras más frágiles ramas que tiemblan al sol, también
penetrará hasta vuestras raíces y las sacudirá de su arraigo a la tierra.
Como gavillas de trigo, se os lleva.
Os apalea para desnudaros.
Os trilla para libraros de vuestra paja.
Os muele hasta dejaros blancos.
Os amasa hasta que seáis ágiles,
y luego os entrega a su fuego sagrado, y os transforma
en pan sagrado para el festín de Dios.
Todas estas cosas hará el amor por vosotros para que
podáis conocer los secretos de vuestro corazón, y con
este conocimiento os convirtáis en un fragmento del corazón de la Vida.

Pero si en vuestro temor sólo buscáis la paz del amor
y el placer del amor,
Entonces más vale que cubráis vuestra desnudez y
salgáis de la la era del amor,
Para que entréis en el mundo sin estaciones, donde
reiréis, pero no todas vuestras risas, y lloraréis, pero no
todas vuestras lágrimas.

El amor sólo da de sí y nada recibe sino de sí mismo.
El amor no posee, y no quiere ser poseído.
Porque al amor le basta con el amor.

Cuando améis no debéis decir "Dios está en mi corazón",

sino más bien "estoy en el corazón de Dios".

Y no penséis que podéis dirigir el curso del amor,
porque el amor, si os halla dignos, dirigirá él vuestros
corazones.
El amor no tiene más deseo que el de alcanzar su
plenitud.
Pero si amáis y habéis de tener deseos, que sean estos:
De diluiros en el amor y ser como un arroyo que
canta su melodía a la noche.
De conocer el dolor de sentir demasiada ternura.
De ser herido por la comprensión que se tiene del amor.
De sangrar de buena gana y alegremente.
De despertarse al alba con un corazón alado y dar
gracias por otra jornada de amor;
De descansar al mediodía y meditar sobre el éxtasis
del amor;
De volver a casa al crepúsculo con gratitud,
Y luego dormirse con una plegaria en el corazón para
el bien amado, y con un canto de alabanza en los labios.

El amor y las Palomas - Facundo Cabral

http://www.youtube.com/watch?v=_vV95wi-r3k

Le bastaba abrir los brazos
para tener la medida de la ternura
y el lazo que une la muerte y la vida.

A María.

Heredó, de la mañana
su condición de paloma,
y volaba muy bajito
para mirarse en su sombra.

Celebraba el cumpleaños,
de la luna, día a día,
y se bebía la noche,
y se bebía la vida.

Y se bebía los tiempos
y los vientos de los montes,
y se bebía, de un trago,
el silencio de los hombres.

María, la mía, la viva.

Si hubiera bebido vino,
en lugar del horizonte,
cuanto menos hubiera vivido,
cuanto menos hubiera soñado.

Cuanto menos la hubiera querido,
cuanto menos la hubiera extrañado,
a María, la mía, la viva.

Canto.
Era tanta la alegría
y la vida de María
que tenía un mundo propio
porque en este no cabía.

María, tenía.

Tenía una casa verde,
en medio de la poesía,
poblada de mariposas,
en lugar de la cocina.

María, tenía.

Ay, qué de cosas tenía,
y yo que no lo sabía,
María, la mía, la viva.

Tenía quinientos años,
de puro desprejuiciada,
y una existencia sin puertas
pero un montón de ventanas.

María.

Un día cerró los libros
y abrió, contenta, la vida,
nadie entendió su alegría
y ella volvió a ser hormiga.

María, hormiga.

Ay, qué de cosas tenía,
y yo que no lo sabía,
María, la mía, la viva.

Adónde irán las palomas,
cuando se sienten muy viejas,
o será que no envejecen
y pasan a ser estrellas.

Adónde irán las palomas,
cuando ya no son hermosas,
o al igual que las mujeres
se esconden por vanidosas.

Adónde irán las palomas,
que nunca me dejan penas,
o es que yo las continúo
en todas las cosas buenas.

Adónde ha ido María,
que mi alma no la llora,
o es que son la misma cosa
el amor y las palomas.

viernes, 29 de marzo de 2013

Corrección.

Tratemos de no corregir jamás en público para evitar vergüenza a quien se corrige, y para confirmar que no hay intención alguna que no sea el bien del hermano.

Seamos siempre honestos...


Si para llegar a algún lado; ya sea en el amor, en lo laborar, en los estudios, o en la vida misma, optamos por mentir y/o manipular la verdad, entonces podemos concluir respecto a nosotros mismos que no tenemos mucho que ofrecer, o que continuamos andando por los caminos de la inmadurez.

Seamos siempre honestos, primero con nosotros mismos y luego con los demás, cueste lo que nos cueste. Mientras más tardamos más nos costará, y puede que perdamos cosas que jamás volverán. Al final; aquél que reconoce su error y decide por enmendar sus caminos, siempre será enaltecido y bendecido por Dios, pero todo a su debido momento, de acuerdo a la voluntad del Señor y la entrega de la persona.

A quien algo quiere algo le cuesta.


«A quien algo quiere, algo le cuesta», dice un dicho muy conocido y poco popular. Conocido porque apenas sí hay quien no lo haya oído; poco popular porque duele. Sí, duele, pero es una verdad enorme; sencilla, pero enorme. 
 
         «A quien algo quiere…» Todos estamos llenos de deseos y de planes, colmados en el corazón de sanas ilusiones: estudios, proyectos, una carrera, un puesto laboral interesante y bien remunerado, etc. Todo esto es parte de ese «algo» que se quiere. Pero ahí está siempre el compañero habitual, la frase complementaria: «Algo le cuesta». Cuesta. De distinta forma, pero cuesta. Las pequeñas ilusiones se pagan a precios pequeños: renuncias pequeñas, sacrificios insignificantes... Cuestan poco, pero valen poco. Pero según tendemos más arriba, según buscamos ilusiones mayores, más alto es el precio, mayores los “gastos”. Por eso: «A quien algo quiere, algo le cuesta». 

         ¿Ejemplos? En los deportes lograr ser titular u ocupar la posición que se desea implica cansancio, horas de entrenamiento, sudor derramado en kilómetros de carrera, rasparse la piel en la arena para alcanzar ese balón, incluso algún que otro golpe de una mano o pie distraídos. En los estudios un examen, dos, tres o, ¿por qué no?, el título final. Los estudios exigen estar sentado delante de un libro, leyendo, memorizando, discurriendo y exprimiendo la capacidad de resolver problemas; noches sin dormir, esquemas infinitos, fines de semana sacrificados en un altar que, en lugar de velas, tiene una pobre bombilla… Y en el trabajo, ¡ay qué dolor!, ¡eso sí que es abnegación! Alcanzar ese puesto que me asegura honor, respeto y dinerillo para las cinco bocas que me esperan en casa; ese proyecto a realizar, esa casa a construir o, sin más, la sarta infinita de asuntos por resolver, la larga cadena de caras que me vienen a hablar. Eso requiere sacrificio, abnegación, renuncia, aguante y, muchas veces, paciencia y bondad. Son palabras simples, demasiado simples, que hacen realidad aquello de que «a quien algo quiere, algo le cuesta». Pero deporte, estudios y trabajo cuestan poco, cuestan muy poco, exigen poquísimo; son casi ofertas si se comparan con aquello que más cuesta: el amor. 

El amor es paciente, benigno, servicial, no se cansa, no busca su propio interés y no tiene en cuenta el mal recibido. Amar requiere abnegación, amar a Cristo y a los otros requiere de la mayor abnegación, de la abnegación que es dejarse a uno mismo, con todos los planes, con los excesivos deseos de triunfar por encima de los otros, con las luchas y batallas por ser el centro de todas las alabanzas, con las envidias y rencores cuando no se es apreciado y honorado, con las perezas y egoísmos que detienen ese dedo que quiere hacer algo por los demás… Abnegación que es sinónimo de amor, que es la otra cara del amor. Y el amor ya no gana un puesto sobre el césped, ni un puesto o un sueldo mejores, ni un diploma de cartón; el amor gana a las personas, las une; el amor construye familias, amistades, sociedades y, cuando esa abnegación es el rostro del amor a Cristo, todos los hombres que lo aman se unen en su Amor y así se construye la Iglesia que es su Cuerpo. 
 
         «A quien algo quiere, algo le cuesta». El caso es querer, tener un ideal, un amor, el sacrificio vendrá sólo y se aceptará con alegría con tal de alcanzar lo que se ama. Así, cada día, podemos preguntarnos qué queremos hoy, a quién queremos hoy y, para alcanzarlo: más tiempo de estudio, más esfuerzo, más paciencia, cercanía y comprensión. En definitiva, más amor. 

        ¡Vence el mal con el bien! 

Juan Pablo Fernández, LC

Tomado de: http://www.fluvium.org/textos/etica/eti530.htm

jueves, 28 de marzo de 2013

Dejar ir

Dejar ir no es cobardía... Tampoco es humillarse el perseguir un sueño, un deseo, un amor. Hay que saber cuando luchar y cuando dejar ir, porque hay mucho por vivir, y cuando el ser humano se conoce como debe, sabe lo que le puede sumar vida a su vida, sabe lo que puede hacerle feliz. Por tanto repito; hay que saber cuando luchar, y también cuando dejar ir.

Dejar ir

Siento la paz y la libertad de dejar ir y confiar en Dios.

Los pilotos a menudo describen el momento del despegue como uno de libertad, durante el cual el avión desafía la gravedad y se separa de la tierra. Los pilotos necesitan cierto grado de valor para dejar ir y confiar en que la aerodinámica del avión funcionará apropiadamente.

De la misma manera, necesito cierto grado de valor para dejar ir y tener fe en Dios como el poder activo en mi vida. Para alcanzar este nivel de confianza, recuerdo momentos en mi vida en los que sentí que la presencia divina me guió y bendijo. Veo el ejemplo de la vida de Jesús, y aprecio Su fortaleza, entrega y confianza en Dios. Dejo ir, y confío en que el bien que ha sido demostrado en el pasado continuará en mi vida. Mi fe me permite dejar ir y confiar en Dios.

No temas ni desmayes.—1 Crónicas 28:20
Tomado de:  http://www.unityenlinea.org/dailyword/dejar-ir-thursday-march-28-2013

La Paz de Dios

“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. “ (Filipenses 4:7)

 Como se dice: "No es lo mismo saber que Dios te ama a sentirlo", tampoco es lo mismo saber de la paz de Dios que recibirla... Recuerda una cosa, a Dios se le honra en el Templo, pero primero hay que encontrarlo en el corazón. No es afuera, tus adentros es su Templo preferido. Primero encuéntralo en tí, haz la paz contigo mismo, con tu hermano, con tu vecino, con tu amigo, con tu pareja... y luego ve en comunidad a honrarle y compartir tanto tus pesares como tu gozo. Mi mayor deseo para tí en esta Semana Santa es que halles esa paz que tanto anhelas, y luego vendrá lo demás. Bendiciones!

Roberto Orellana - La Paz de Dios
http://www.youtube.com/watch?v=8NWNjjgSF4E


"Que lindo es tener la paz de dios
aqui muy dentro del corazón
pareciera que uno está en los cielos
delante del trono del Señor.
Busca la paz y olvida el enojo
busca la paz que viene de Dios".

miércoles, 27 de marzo de 2013

Cantar y hacer el amor.

Cantar sobre hacer el amor es algo delicado. Se deben combinar la ternura, juego de palabras, seducción y pasión. Cantar sobre hacer el amor es un arte o como algunos cantantes demuestran, puede ser también una equivocación. Aquel que no canta del amor como se debe, demuestra a su vez que tampoco hacerlo bien puede, porque como dijimos antes; hacer el amor envuelve ternura, juego de palabras, seducción y pasión.  Es tratar de alcanzar el cielo recostados, es como acorde sublime de guitarra entre dos manos. Cantar sobre hacer el amor lleva al orgasmo, hacer el amor con una buena canción eterniza el acto...en la memoria, y en el corazón. Cantar y hacer el amor es arte de cielo, que quema con un bendito fuego. Combinados los dos seres cuerpo y alma, excelsa filosofía, que jamás se pensó ni libreto se escribió. Solamente se actuó y vivió naturalmente, desde el más profundo amor.

 

 Ando como hormiguita - Silvio Rodriguez
http://www.youtube.com/watch?v=6iQpDXFS-50

Ando como hormiguita por tu espalda
ando por la quebrada dulce de la seda
vengo de las alturas de tus nalgas
hacia el oro que se derrama y se me enreda.

Tú te vuelves pidiendo el cielo
apuntando a la luz con flores
y como lazarillos son los sabores
en tu jardín de anhelos.

 Hacer el amor es un suicidio, donde se muere en un instante, y luego desde el mismo amor, la resurrección. Cada vez...
"Cada vez que me amas, es un milagro."

LUIS EDUARDO AUTE - Cada vez que me Amas  http://www.youtube.com/watch?v=dhcEmOZRAsQ

Tu sed transubstancia mi sudor
en vino que bebemos en cada beso
Tus pies no se hunden
en los lagos de mis lágrimas.


Tu saliva siembra la luz
en la noche de mis ojos.
Tu voz resucita mis músculos dormidos
mis latidos sepultados.

Tus manos, cuando me tocan, curan
mis heridas más invisibles.
Tu hambre fecunda peces
que se multiplican como deseos de humedad.

En el múltiple pan de mi cuerpo.
cada vez que me amas, es un milagro.  

martes, 26 de marzo de 2013

Esperar lo inesperado.

"Hasta el destino espera algo de nosotros". 

Quien no lucha por lo imposible se conformará siempre con la mediocridad. 

"Yo he preferido hablar de cosas imposibles, porque de lo posible se sabe demasiado." - Silvio Rodriguez

"Todo amor verdadero es una historia de larga espera." 


"Heráclito, que era un tipo muy simpático, extraño como pocos, un filósofo de hace veinte siglos, de mote «el Oscuro», se retiró a la montaña para contemplar el «logos», cediendo a su primo sus títulos de nobleza. El filósofo dice en una de sus frases, que a mí me gusta mucho, que «el que no espera lo inesperado, no lo encontrará». Desgraciadamente, nosotros esperamos solo lo que esperamos, esperamos lo esperable.

Eso es lo que nos pasa cuando atravesamos una situación difícil y decimos: «Vamos a rezar». Pero en el fondo no estamos convencidos. ¿Por qué no esperamos lo inesperado? ¿Por qué no aumentan los milagros? Es como cuando
álguien le comenta a otro: «¿Sabes?, este ha abandonado a su mujer y se ha ido de casa, vamos a rezar». Y el otro dice: «¡Bah, es imposible...!».

Hay que esperar lo inesperado, porque si no esperamos lo inesperado, no lo encontramos. Y eso pasa entre nosotros, que a veces pactamos con la mediocridad o pensamos que las cosas no pueden cambiar, porque eso parece totalmente inesperado. Pues eso es lo que hay que esperar: lo inesperado.

Y eso pasa también en nuestra vida interior, porque el que no espera lo inesperado, no lo encuentra."


«Hasta la cumbre»
Pablo Dominguez Prieto (Testamento espiritual)
Ed. San Pablo, 2009

Tomado de:  http://www.arriba-lfu.com/2011/02/esperar-lo-inesperado.html

Hacer la diferencia...

A lo largo de la vida me he topado con personas "castradoras" de sueños, personas "yoistas", tanto en el campo de la música, el laboral, educativo, como en el campo de la historia. Pides ayuda, y te ven como futura competencia. Luchan... pero por que te desalientes y te quites, luchan, pero por sacarte del panorama. Cúidate de no ser uno de ellos.

Cómo saber que no eres uno de ellos? Pregúntate cuántas personas te han pedido la mano, y luego pregúntate cuánto estuviste dispuesto a dar de ti. Al final pregúntate: Hice lo suficiente?

Recordemos una regla de oro, la esencia de la justicia: "No hagas a tu prójimo lo que no te gustaría que te hicieran a ti." También podemos crear una nueva frase derivada de la anterior:  Haz por los demás lo que esperas que hagan por ti. Ser justo; es lo mas sencillo. No esperemos ser perfectos, pero sí podemos estar dispuestos. Y esto puede hacer la diferencia.