"No se te ocurra salirte de la perfecta voluntad de Dios, te puede costar mucho sufrimiento, recuerda que al que mucho se le da también mucho se le exige..."-. Lissette Arguelles
La voluntad de Dios es clara y perfecta. Amemos, sigamos las reglas establecidas en los mandamientos, y escuchemos su voz en el corazón. Recuerda que tras la prueba viene la bendición. Que no te pase como a Sansón, que pudo haber liberado a su pueblo de una manera mucho ms sencilla y menos sacrificada, pero por no dejarse guiar por ese discernimiento divino, le cost una vida de esclavitud; la vista, y al final, el sacrificio propio de su vida. Bendiciones!

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