
La mente es maravillosa y cada día yo le creo un amor, y cada día me recreo con él, pero ninguno como aquél que a la hiel de la vida convierte en miel, y te da a beber de ella. Entre creaciones y recreaciones opto, sonrío, actúo y callo. La fantasía no daña la realidad, le da su toque, pero solo la realidad consuma lo que comienza siempre como una idea, una fantasía, o un sueño. Entre sueños y sueños te sueño, te creo, te recreo, te busco, te conquisto. O quizás me dejo conquistar. El amor no es un juego, pero que bueno se le hace al amor jugar. Tanta palabra en vano, o quizás sea un preámbulo a algo más.
Se dice que hay amores y amores, mas la experiencia me dicta que los que valen son los reales, los saludables, los que están. Muchos hablan y escriben del amor pero olvidan amar. Muchas veces solo expresan y comparten lo que anhelan, el ser amados. Muchos olvidan que se recibe lo que se da, y escribir y hablar del amor sin haber amado se vuelve una fantasía, un cuento de hadas, una quimera. Primero ama, y luego escribe. Ama y luego habla, ama y luego canta, toca, haz lo que quieras...pero primero hay que ser versado y experimentado en el acto de lo que llamamos amor para luego expresarlo de mil y una maneras diferentes.
Para recibir amor, primero hay que darlo. En el amor solo pierden los que no saben recibir, y los que no saben perdonar. Cuando hablamos de perdonar también hablamos de perdonarse uno mismo. La vida no vino con manual, así que a golpes aprendemos a vivir, y a amar. La cosa es no repetir el mismo error dos veces, porque deja de ser error para llamarse "mala costumbre", necedad o estupidez.
Se dice que hay amores y amores, se dice... yo opto por vivir, y vivir es muchas cosas.
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