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viernes, 27 de mayo de 2016

Hogar/ Valle de Collores - Analogía por Melanie Sánchez



Canción “Hogar” por Chadys Pagán
Poema “Valle de Collores” por Luis Llorens Torres

            La canción “Hogar” del profesor Chadys Pagán es una que trae consigo mucho sentimiento y que se puede interpretar de varias maneras. Al escucharla por primera vez me transportó a mi infancia y lo primero que me llegó a la mente fue el poema “Valle de Collores” de Luis Llorens Torres. Pero, para entender mejor mi explicación que es bueno saber que conlleva este tan maravilloso poema.
 
Valle de Collores
Luis Lloréns Torres
Intérprete - Andrés Jiménez

Cuando salí de collores
fue en una jaquita baya,
por un sendero entre mayas
arropás de cundiamores.
Adiós, malezas y flores
de la barranca del río,
y mis noches del bohío,
y aquella apacible calma,
y los viejos de mi alma,
y los hermanitos míos.

¡Qué pena la que sentía,
cuando hacia atrás yo miraba,
y una casa se alejaba,
y esa casa era la mía!
La última vez que volvía
los ojos, vi el blanco vuelo
de aquel maternal pañuelo
empapado con el zumo
del dolor. Mas allá, humo
esfumándose en el cielo.

La campestre floración
era triste, opaca, mustia.
Y todo, como una angustia,
me apretaba el corazón.
La jaca a su discreción,
iba a paso perezoso.
Zumbaba el viento, oloroso
a madreselvas y a pinos.
Y las ceibas del camino
parecían sauces llorosos.

No recuerdo como fue
(aquí la memoria pierdo)
Más en mi oro de recuerdos,
recuerdo que al fin llegué,
la urbe, el teatro, el café,
la plaza, el parque, a la acera...
Y en una novia hechicera,
hallé el ramaje encendido,
donde colgué el primer nido
de mi primera quimera.

Despues, en pos de ideales.
Entonces, me hirió la envidia.
Y la calumnia y la insidia
y el odio de los mortales.
Y urdiendo sueños triunfales,
vi otra vez el blanco vuelo
de aquel maternal pañuelo
empapado con el zumo
del dolor. Lo demás, humo
esfumándose en el cielo.

Ay, la gloria es sueño vano.
Y el placer, tan sólo viento.
Y la riqueza, tormento.
Y el poder, hosco gusano.
Ay, si estuviera en mis manos
borrar mis triunfos mayores,
y a mi bohío de Collores
volver en la jaca baya
por el sendero entre mayas
arropás de cundiamores.

Hogar
Letra - Chadys Pagán, Música - Marcos Serrano
Dónde estoy, de donde vengo, a donde voy
Será verdad, será algún sueño, qué día es hoy
Reservado algún lugar, creo ir de vuelta a mi hogar
No recuerdo qué pasó, pero qué bien me siento hoy
A donde me llevará, este túnel y esta oscuridad
Reservado algún lugar, creo ir de vuelta a mi hogar
"Niño, aquí estamos, esperándote hace tanto
Pero no es el momento, te toca todavía hacer tanto… pronto volverás"
Reservado algún lugar, creo ir de vuelta a mi hogar

                             Al iniciar este poema nos afirma la salida del autor saliendo de su hogar en Collores. Nos describe como eran sus campos, donde se vieron los mejores años de su vida. Sin duda alguna a él le encantaba vivir en ese lugar. Utiliza la fuerza y el sentimiento tan grande que sentía por ese lugar para recordar vivamente a su familia. Este mientras va poco a poco hacia la ciudad se da cuenta de que los placeres que esta le ofrecía no se comparaban con el calor de su hogar, puro y tranquilo.
                             Es por esto que comparo la canción “Hogar” con este poema, y me parece que transmiten mensajes muy similares. Esta va repitiendo varias veces la frase “de vuelta a mi hogar”, con el sentimiento y anhelo de querer regresar en realidad. Es a esto a lo que se aferran ambos autores. Creo que de eso se trata, de que no importa lo que hagamos ni a donde vayamos, siempre llevaremos con nosotros nuestras raíces, nuestro hogar, es decir, de dónde venimos. Esto es algo que no se debe olvidar, pues, aunque tengamos las más grandes riquezas del mundo nada se compara con lo que somos, y que a donde llegaremos y quienes seremos será gracias a quienes fuimos en aquel momento. Y claro, nuestra familia siempre será el pilar de nuestras vidas, y el más anhelado sueño de cualquier persona será volver a vivir sus mejores años. Esos mejores años se remontan a esos tiempos en que vivíamos al máximo, y no teníamos más preocupación que la de ser felices junto a nuestros seres queridos, y llenarnos la cabeza de sueños y metas. Pero, lo importante en todo esto es, que junto a esos sueños y metas nunca dejemos atrás nuestras raíces, que son las que nos convirtieron en lo que somos y seremos. Debemos vivir siempre con ganas de seguir triunfando, pero con nuestro corazón humilde, y dándole el crédito del éxito a quienes realmente lo merecen.

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