En las parábolas de Jesús se nos ha ensenado que para ir al cielo hay que ser como niños (Mateo.18:1-5), quizás parte de lo que Jesús quería decir es que debemos ser en parte ingenuos y soñadores, para poder imaginar cosas donde aún no las hay. Entonces; permitirle a Dios que siembre la semilla de la inspiración en nuestra cabeza, y nosotros, a través de nuestras manos, nuestro trabajo, nuestro esfuerzo, darle vida a esa obra de arte, a ese escrito, a esa canción, a ese edificio, a una nación. Consideramos que la ingenuidad es necesaria para todo tipo de ciencia y arte. Incluso, para hilvanar la historia, y poder, cual vocero, narrarla con arte.
Para ser co-creadores con Dios, para evolucionar como humanidad, son necesarias la ingenuidad y la imaginación. Tanto Goethe (Johann Wolfgang Goethe. 1749-1832), Poe (Edgar Allan Poe. 1809-1849), y Dossi (Carlo Dossi. 1849-1910), sabían esto en su tiempo, y disfrazaron la ingenuidad y la imaginación con un poco de locura en sus frases inmortales:
“La locura, a veces, no es otra cosa que la razón presentada bajo diferente forma.” – Goethe
“La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia”. – Poe
“Los locos abren los caminos que más tarde recorren los sabios”. - Dossi
Con este anacronismo conceptual sobre la locura y la ingenuidad es que pretendemos desarrollar una imaginación genial. Esa a la que Einstein le parió sus "descubrimientos". Esa de la que se valió el cantautor cubano Silvio Rodríguez para escribir: “Te invito a creerme cuando digo futuro”. Esa a la cual John Lennon le escribió su Oda - "Imagine":
"You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will be as one."
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will be as one."
Esa a la que Cat Stevens le parió un "Peace Train":
"I've been smiling lately
Dreaming about the world as one
And I believe it could be
Some day it's going to come
'Cause out on the edge of darkness
There rides a peace train
Oh, peace train take this country
Come take me home again"
Dreaming about the world as one
And I believe it could be
Some day it's going to come
'Cause out on the edge of darkness
There rides a peace train
Oh, peace train take this country
Come take me home again"
Si podemos darle cabida a conceptos sencillos sobre un mundo mejor y más equitativo, tendríamos como recurso una fuente de poder social inagotable, la cual proviene del mismo lugar de donde nacen: la fe y el amor; del adentro de un hombre en comunión con Dios, y con su prójimo. Sea cual sea el concepto sobre Dios que cada hombre abrace, no importa. Entonces, podríamos repetir a coro, de un modo cacofónico en crescendo, las palabras de John Lennon: "Cuando imagino el pasado, estoy aprendiendo nuevas cosas de él; cuando imagino el futuro, estoy preparándome para vivirlo". Solo entonces, enfatizamos... el futuro se haría manifiesto, esperanzador, y de todos. Si somos capaces de imaginar un futuro esperanzador, es que somos capaces de trabajarlo, hoy. Y si no lo vemos, aún así creo que podemos crearlo. En ésto consiste el poder maravilloso de la ingenuidad, "la razón de la locura", y la fe. El ver cosas donde no las hay, y trabajarlas hasta lograr que se manifiesten. Si la fe es necesaria, para ver lo invisible, creer lo increible y recibir lo imposible... La ingenuidad es requerida para tocar lo intangible, mover lo inamovible, alcanzar lo inaccesible, y hallar más fácil el camino de la fe. Sin ingenuidad no hubiera arte, porque el artista crea de cosas que no ve, se expresa sobre cosas que no siente, convive entre lo visible y lo invisible... y frecuentemente besa el corazón de Dios.
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