Tomando un curso doctoral sobre el Islam; descubrimos un hermoso y profundo análisis en un gran poeta; análisis tan valioso como el más antiguo vino y eterno cual la búsqueda del hombre por la verdad; la justicia, la felicidad y el amor.
Descubrimos que Platón hiciera el mismo planteamiento; en otra obra literaria única y hermosa, en un tiempo, cultura y espacio tan distantes como diferentes. Hablamos del “Mito de la Caverna”; y llegamos a la misma conclusión: En toda época viviremos espejismos; sombras y “verdades fugaces”, que nos acercarán cada vez más a la verdad absoluta; si nos dejamos guiar por el corazón. O simplemente que Dios; en todas las épocas y culturas nos hace el mismo llamado, bajando a nuestra ignorancia, para luego subirnos hasta donde nosotros nos atrevamos a llegar, guiados por él.
En las adoraciones y bendiciones de los hombres rectos
Las alabanzas de todos los profetas están amasadas juntas.
Todas sus alabanzas se mezclan en una corriente,
Todos los vasos se vacían en una sola jarra.
Pues El que es alabado es, de hecho, solamente Uno,
En este sentido todas las religiones son sólo una religión.
Porque todas las alabanzas están dirigidas hacia la luz de Dios,
Sus numerosas formas y figuras están tomadas de ella.
Los hombres nunca dirigen sus alabanzas sino al Ser considerado digno,
Se equivocan a través de opiniones erróneas de Él.
Así, cuando una luz cae sobre un muro,
Ese muro es un eslabón en conexión entre todos sus rayos;
Sin embargo cuando arroja ese reflejo de nuevo a su fuente,
Erróneamente muestra lo grande como pequeño, y detiene sus alabanzas.
O si la luna se refleja en un pozo,
Y alguien está pretendiendo alabar a la luna,
Aunque, por ignorancia, mira dentro del pozo.
El objeto de sus alabanzas es la luna, no su reflejo;
Su infidelidad surge del error de las circunstancias.
Ese hombre bien intencionado está equivocado en su error;
La luna está en el cielo, y él la supone en el pozo.
Por estos falsos ídolos la humanidad está perpleja,
Y conducida por vanas codicias a su dolor.
Datos biográficos: Rumi ya a los veinticuatro años se había convertido en un reconocido maestro de gramática árabe, teología, astronomía y saber popular sufi. Unos años después de su llegada a Konya, Baha Walad murió y Rumi asumió el puesto de su padre como cabeza de la universidad. Dedicando su tiempo a las prácticas espirituales, a la enseñanza y a la escritura, y resolviendo los problemas más complejos y enigmáticos de la teología, desarrolla dos obras maestras: el Divan-e Shams-e Tabrizi; un volumen de poemas de amor divino, y el Mathnavi, un clásico que narra miles de historias y parábolas, denominado frecuentemente como "el Corán persa", debido a su profunda repercusión. Rumi fue también el guía espiritual de miles de personas; incluyendo al rey. También fundó la hermandad Mevlevi de bailarines derviches, que siempre ha encarnado los trazos de su personalidad: humildad, compasión y amor por el prójimo.
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