Fe, esperanza y amor = Vida
Un hombre sin amor, oración ni esperanza anda como muerto y no lo sabe.... si caminamos día a día con amor, en oración y esperanza, pase lo que pase en el trayecto, llegamos bien. El amor es el motor, la esperanza y la oración son combustible. La oración alimenta la fe, que es confiar en un bien que se espera.
La palabra fe proviene del latín fides, que significa fidelidad. Sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6). La esperanza es esa expectativa que mantiene viva la fe, le nutre. La esperanza es esa energía ejercida para vivir, para continuar, para trazar metas y luchar. La oración es el alimento que le produce. Si dejamos que muera la esperanza, morimos con ella, así de simple. La esperanza es vida, la oración es vida, el amor es vida.
Comenzamos realmente a vivir cuando entendemos que cada día es una oportunidad para alimentar nuestro interior a traves de la oración, el amor y la esperanza. Como dijimos, la fe nace de la oración, se desarrolla con la esperanza, también fruto de la oración, y todas van enraizadas al amor (Gálatas 5:22-23), que es fruto del espíritu, el corazón de la vida, el amor es la palabra que mejor define a Dios (Juan 4:7–8).
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. - Corintios 13:13
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