Oigo, pienso, veo... decido. No soy oveja, sino hijo. no soy lo que esperan de mí, soy lo que espero de mí. Oigo, pienso, veo.... y decido. Que nadie decida por tí, mi camino es mío, tu camino es tuyo. Repítelo y ten el coraje suficiente para hacer camino. Dios no solo lo respetará, sino que bendecirá tu trayecto.
Sólo una boca y dos oídos no les parece señal,
lo primero es escuchar y luego hablar.
Empecinados en que sólo puede haber una opinión,
el primero de los sentidos es la razón
Quizás un día encuentre a alguien que me lleve a otro lugar,
sin mentiras, falsedades, ignorancia y mezquindad...
Saben de todo, creen en nada y no quieren comprender...
sólo sé que no sé nada, eso sé.
Todo lo juzgan, lo manejan a su antojo y decisión.
Este mundo no es mi mundo... ¡es mi prisión!
Quizás un día encuentre a alguien que me lleve a otro lugar,
sin mentiras, falsedades, ignorancia y mezquindad...
Llévame donde nadie me haga callar,
donde pueda pensar con libertad.
Expresarme y dar mi opinión,
sin que nadie me pueda juzgar, sin que nadie me quiera juzgar...
¡Más allá de los límites del bien y del mal!
¡Más allá!
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