Abrid pistas.
¿Has seguido
alguna vez aquellos senderos, trazados y surcados por generaciones de
pies de hombres y animales y que son como la huella viva todavía de una
humanidad que supera la historia?
A través de
los prados, así como en los flancos de las pendientes, no hay nunca una
solución única, un camino exclusivo, sino senderos caprichosos, más o
menos paralelos y en cada recodo un abanico de caminos que se abren
hacia otros horizontes.

De esta forma, la vida ofrece su
plenitud a quien quiere afrontarla. No reduzcáis arbitrariamente de
antemano la infinitud de tanteos y la multiplicidad de soluciones a los
problemas complicados que nos plantea. No agravéis la monotonía de una
vida cotidiana en la que el abanico de caminos se ha cerrado sobre la
perspectiva gris de la calle que conduce a la fábrica. No desesperéis
haciendo de vuestra vida un desfiladero de vía única, cuidadosamente
rodeado de barreras, de bloques oscilantes y de precipicios, sin la
esperanza de ver por fin un recodo abrirse y mostrar el abanico generoso
de los senderos que suben hacia la plenitud de la vida.
Desde
ahora y todas las mañanas, abrid pistas, aun cuando no estéis del todo
seguros de que conducen al collado. Cada uno según su temperamento y sus
gustos: para la oveja prudente que seguirá el camino central trazado
detenidamente, para el carnero orgulloso que tiene necesidad de mostrar
sus cuernos infatigables, para el que subir y trepar parece una
finalidad funcional.
Os doy mi vieja experiencia de pastor: el ganado no sufre más cuando se amontona en los lugares
difíciles que cuando se extiende por los senderos, calmado y satisfecho.// Celestin FreinetTomado de: http://a4000.blogspot.com/2012/09/abrid-pistas-reflexiones.html
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