Auscultando la palabra, me impacta esta oración de Jeremías.... y decido hacerla mía:
"Tú sabes, Yahvé, que el hombre no es dueño de su camino, y mientras camina no está seguro de sus pasos. Corrígenos, Yahvé, pero con prudencia, sin enojarte, no sea que desaparezcamos. Derrama tu enojo sobre las naciones que no te conocen, sobre los pueblos que no han invocado tu nombre"-. Jeremías 10; 23 -25.
A buen entendedor...
Jeremías El Testigo Fiel
Jeremías, el profeta de las lamentaciones, es también un profeta de esperanza. En este cántico se dirige a los deportados a Babilonia y les anuncia un futuro lleno de bendiciones de Dios: El que dispersó a Israel lo reunirá, lo guardará como un pastor a su rebaño y convertirá su tristeza en gozo.
Este anuncio, lleno de esperanza, se dirige hoy a nosotros, que vivimos también, como Israel en Babilonia, desterrados y en medio de múltiples dificultades, lejos del gozo sensible de la visión del Señor.
Ojalá este oráculo, escrito, como toda la palabra de Dios, para que con "el consuelo que da mantengamos la esperanza" (Rm 15,4), nos infunda verdadero coraje y llene nuestra jornada de aquel optimismo cristiano que nos hará capaces, a nuestra vez, "de poder nosotros alentar a los demás en cualquier lucha, repartiendo con ellos el ánimo que nosotros recibimos de Dios" (2 Co 1,4). Sí, el Señor nos prometió convertir nuestra tristeza en gozo, y su palabra no puede fallar. Dios nos librará de nuestras tribulaciones, como libró a Israel de la esclavitud de Babilonia, y nos consolará tan plenamente que vendremos con aclamaciones a la altura de Sión y nuestra alma no volverá a desfallecer.-- [Pedro Farnés]
Este anuncio, lleno de esperanza, se dirige hoy a nosotros, que vivimos también, como Israel en Babilonia, desterrados y en medio de múltiples dificultades, lejos del gozo sensible de la visión del Señor.
Ojalá este oráculo, escrito, como toda la palabra de Dios, para que con "el consuelo que da mantengamos la esperanza" (Rm 15,4), nos infunda verdadero coraje y llene nuestra jornada de aquel optimismo cristiano que nos hará capaces, a nuestra vez, "de poder nosotros alentar a los demás en cualquier lucha, repartiendo con ellos el ánimo que nosotros recibimos de Dios" (2 Co 1,4). Sí, el Señor nos prometió convertir nuestra tristeza en gozo, y su palabra no puede fallar. Dios nos librará de nuestras tribulaciones, como libró a Israel de la esclavitud de Babilonia, y nos consolará tan plenamente que vendremos con aclamaciones a la altura de Sión y nuestra alma no volverá a desfallecer.-- [Pedro Farnés]
Felicidad del pueblo redimido
10Escuchad, pueblos, la palabra del Señor,
anunciadla en las islas remotas:
"El que dispersó a Israel lo reunirá,
lo guardará como pastor a su rebaño;
11porque el Señor redimió a Jacob,
lo rescató de una mano más fuerte".
12Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión,
afluirán hacia los bienes del Señor:
hacia el trigo y el vino y el aceite,
y los rebaños de ovejas y de vacas;
su alma será como un huerto regado,
y no volverán a desfallecer.
13Entonces se alegrará la doncella en la danza,
gozarán los jóvenes y los viejos;
convertiré su tristeza en gozo,
los alegraré y aliviaré sus penas;
14alimentaré a los sacerdotes con enjundia,
y mi pueblo se saciará de mis bienes.
"Jeremías recibió el encargo de extirpar y destruir, de "reconstruir y plantar". La primera parte de su misión fue realizada a lo largo de casi todo su ministerio. Cuando el pueblo está sufriendo el justo castigo es necesario iniciar la obra de reconstrucción y plantación. Los capítulos 30-33 forman un pequeño libro que podría titularse "la salvación que viene". Aquí se recogen oráculos de distinta procedencia histórica, pero con una constante temática. Esto no es el fin; volverá a haber vida, vida alegre y libre, en este lugar. A este ambiente de salvación pertenece el cántico de nuestro laudes".10Escuchad, pueblos, la palabra del Señor,
anunciadla en las islas remotas:
"El que dispersó a Israel lo reunirá,
lo guardará como pastor a su rebaño;
11porque el Señor redimió a Jacob,
lo rescató de una mano más fuerte".
12Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión,
afluirán hacia los bienes del Señor:
hacia el trigo y el vino y el aceite,
y los rebaños de ovejas y de vacas;
su alma será como un huerto regado,
y no volverán a desfallecer.
13Entonces se alegrará la doncella en la danza,
gozarán los jóvenes y los viejos;
convertiré su tristeza en gozo,
los alegraré y aliviaré sus penas;
14alimentaré a los sacerdotes con enjundia,
y mi pueblo se saciará de mis bienes.
Tomado de: http://www.eltestigofiel.org/oracion/salmos.php?idu=220
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