
De los siete pecados capitales el peor es el de la soberbia ya que tiende al ser humano a sobreevaluarse, cegando al individuo impidiéndole aceptar o por lo menos reconocer versiones diferentes a la propia; culminando mayormente atado a todos los otros pecados por lograr implantar su fin, o simplemente por frustración.
Recuerda que de aquello que te vanaglorias es esencialmente aquello de lo que careces.
Ahora; el pecado que abre el camino más fácil a todos los demás es la pereza, ya que el ser humano nació para ocuparse y aportar. Cuando un ser humano no se ocupa en algo, otro algo buscará la manera de ocuparle, y mayormente será algo negativo, que se volverá posiblemente en un vicio. Todo por culpa de la pereza.
Los métodos más recomendados son la práctica de la humildad y la mortificación:
Aquel que no se niega en lo lícito, no se negará en lo ilícito - Ignacio de Loyola
Los humildes serán...los demás simplemente pretenderán ser.
El reino de los cielos es para los humildes; procura albergar en ru corazón la humildad, para que con tus obras la reflejes.
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