

"Todo santo tiene un pasado y todo pecador un futuro". - Oscar Wilde
Nunca es tarde para darle cabida a Dios en nuestro corazón, arrepentirnos de nuestras malas acciones o pecados y comenzar de nuevo.
Volver a empezar significa orar para hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas y buscar una proporción para ofrecer nuestro tiempo, habilidades y recursos a nuestra comunidad. Para luego cosechar lo que San Pablo llamara "los frutos de la justicia" (Filipenses 1: 8-11)
"...esta es mi oración: que vuestra comunidad de amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores. Así llegaréis al Día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, a gloria y alabanza de Dios".
Tomado del Boletín de la Parroquia San Joaquín y Santa Ana en Adjuntas (Ilustrada en la segunda imagen), P. R., el domingo 6 de diciembre de 2009.
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