"Somos seres opinadores y, en el frenesí de comentarlo todo, es fácil precipitarse por la rampa tramposa de la generalización apresurada. La rabieta de un niño conduce a sermonear sobre los padres que ya no educan a sus hijos, y de ahí al declive de la familia hay un solo paso. Nada más tentador que convertir casos aislados en causa general. Este mundo de urgencias y apocalipsis otorga más credibilidad a las afirmaciones simplificadas, contundentes y sin fisuras, incluso vociferantes, mientras ignora a quienes tienen el valor de compartir sus perplejidades. Olvidamos que, a veces, las cataratas de certezas brotan de los labios más intransigentes. Mafalda nos advirtió del peligro: “El problema de las mentes cerradas es que siempre tienen la boca abierta”.
[…] Cuando la realidad parece sumergirse en la niebla de la complejidad y la incertidumbre, resuenan con más fuerza las voces seguras de sí mismas, las más decididas, aquellas que se abren camino a través de la jungla del mundo acorazadas con ideas rotundas. Aplomo y férrea convicción son requisitos para imponerse, mientras, para muchos, el pensamiento que matiza y duda no sirve de guía para la comunidad. En una época que pide a gritos carácter emprendedor y liderazgos rotundos, las personas introvertidas y tímidas quedan expulsadas de la carrera del éxito social en la línea de salida. Si apuestas por la meditación y la mirada contemplativa, pareces un apocado aspirante al fracaso. Por el contrario, Sócrates y Pirrón dejaron un legado milenario —un contundente éxito— al afirmar que sus únicas certidumbres eran el filo de la duda y el destello de la curiosidad. Les interesaba el diálogo, la conversación serena entre opiniones discrepantes, donde la contradicción, lejos de despertar desconfianza, actúa como motor de conocimiento y del deseo de aprender. Quienes vociferan convencidos suelen mostrarse poco abiertos a reflexionar y ser flexibles. En tiempos de juicios y prejuicios acelerados, vuelve a ser terapéutica la prudencia de aquellos escépticos: solo dudando adquirimos ciertas verdades, algunas certezas. Tal vez."
De Irene Vallejo
No hay comentarios:
Publicar un comentario