Los hombres más espirituales, los más fuertes, encuentran su felicidad donde otros encontrarían su destrucción... Su mayor alegría es conquistarse a sí mismos: la soledad se convierte en su naturaleza, necesidad e instinto. Las tareas más difíciles son un privilegio para ellos; juegan con cargas que aplastarían a los demás. El conocimiento es su religión. Son los hombres más venerables, pero eso no impide que sean los más alegres y amables.
Tomado de: https://www.facebook.com/photo/?fbid=904653344355921&set=a.210290477125548
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