Cansado de buscar la felicidad afuera, comencé a indagar en mis adentros. Una vez la hallé en el cerebro, otra en mi corazón, la tercera vez la hallé en mis pulmones, otra vez en mis pies. También la encontré entre mis manos, mis orejas y mi sien. La observé en los cabellos de mi madre, de un niño, un anciano. La escuché danzar entre pan y caviar. La observé vacilar en ojos azules, marrones y negros. Cavilé...
La felicidad está en todos sitios y en ninguno, todos cargan con un poco de ella en todas las edades o sus ciclos de vida. No conoce género, religión o raza. Tampoco conoce de clases sociales. La encuentro en la quietud, caminando, corriendo o gateando. En el sonido y en el silencio. Respirando, gustando, viendo, olfateando...pero principalmente, la encuentro cuando tomo conciencia de su presencia. Es entonces cuando ocurre la maravilla, dándose al descubierto se hace una conmigo, y me transforma en un ser feliz.
Hasta mañana...
*La libertad es un tesoro semiescondido en un cofre cerrado pero sin llave, que cada día se disfraza y se esconde en distintos lugares del ser, de lo aparente, y cuando se halla descubierta el día se vuelve una fiesta. Dónde la hallaste hoy? La piensas buscar mañana? ;)
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