El problema cuando no puede ser resuelto se guarda para cuando sí lo sea.
La página del libro que estás escribiendo se arranca si te desvía de tu propuesta.
Lo mismo sucede con la vida. Aquello que no construye, que no aporta, que no edifica...o al menos que no brinda felicidad en los momentos de inactividad, que son tan necesarios, se elimina y se sigue adelante.
Si el problema reaparece, se trabaja, pero no se le da vueltas a menos que halla una idea que lleve a su resolución.
Hay muchos planes, el mejor es aquel que se pueda llevar a cabo.
Cada día tiene su afán, su ocupación, no te preocupes, y vive.
Sigue andando...
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