"Yo creo que, si bien es cierto que hay tantas mentes como cabezas, entonces hay tantas clases de amor como corazones". - León Tolstoi
Amor es amor. Y tiene infinidad de medios para expresarse. No se puede limitar, ni describir, ni evitar. Somos hijos del amor, y sé que la mayoría estaríamos dispuestos a morir por amor. El amor es el medio, el camino y el fin. No hay felicidad sin amor. La palabra amor es tan importante, que se repite en la Biblia más de doscientas veces. Podemos coincidir con Tolstoi cuando menciona que hay tantas clases de amor como corazones, lo que no debe haber es un solo corazón sin amor. El amor es luz, felicidad, vida, carece de sexo, nosotros le interpretamos y manifestamos desde nuestra inclinación ideológica, política, social, cultural y sexual ... el amor es tantas cosas indescriptibles.
La línea que divide el amor y el odio es tan fina, que debemos tener mucho cuidado al decidir odiar a un semejante, porque del odio al amor hay un solo paso. Y del amor a la maravilla también. Dios es amor, y tampoco puede ser explicado de una sola manera, en una sola voz, en un solo tiempo o cultura. Porque la experiencia de Dios, así como la experiencia del amor, se crearon para ser vividas, no explicadas. He aquí esta maravilla.
Cuando entendamos que hay cosas que se pueden vivir y expresar de diferentes maneras, sin la necesidad de escoger cuál es la correcta, aunque sea la más usada, habremos dado un gran paso adelante como humanidad. Y dos de estas cosas son los diversos conceptos sobre Dios, y las diversas manifestaciones que puedan existir sobre el amor.
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