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Foto del atardecer en la playa tomada por este servidor. Manatí, Puerto Rico. |
Podremos tener muchas metas, pero lo importante es aprender a gozar de las altas y bajas del trayecto. Podremos tener muchos logros en la vida, pero lo importante no es el logro en sí, es la preparación, el desarrollo, el conocimiento adquirido, el camino. Quien aprende a gozar del camino, el logro le llega de una manera normal, en su momento, y lo recibe como debe hacerlo: sencillamente. Cuando confiamos en el Padre, desarrollando y utilizando sus dones y carismas como debe de ser, la vida se vuelve toda una aventura: sencilla, difícil, pero llena de victorias y logros para aquel que persevera. La certeza de la victoria es el primer regalo para el que decide encaminar su trayecto, se vive como si la meta ya fuese alcanzada. El segundo regalo es la paz de Dios, esa paz que no se va, se esconde para que la busques a través de la oración, pero no se va. El tercer regalo es la esperanza, los tres regalos envueltos en su amor.
Que bonito es sentirse en Victoria, que bonito es tener la paz de Dios...mientras tanto gozo del trayecto, que en mi corazón la semilla el Señor sembró.
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