

Tanto complejo de pequeñez y de sentirse menos; y los más pequeños casi siempre; por su ingenio, se sirven de los más grandes.
Aprendamos de la hormiga, que al ser tan pequeña se cuela en todas partes.
De pequeñeces es que se alimenta el verdadero amor; y con el tiempo brinda frutos parecidos a sus creadores, que así de pequeñitos se convierten en lo más grande para sus padres.
Aprendamos de los más pequeños, porque de ellos es el reino de los cielos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario