
A veces es mejor tener cargo de conciencia a tener conciencia de cargo...
No tratemos de ser más misericordiosos que Dios.
Ayudar al prójimo es mandato divino...pero no el hacerle el trabajo.
El amar nos enlaza, conecta o vincula; el malcriar nos encadena, nos ata, nos compromete con cosas más perjudiciales que benignas...y que no nos conciernen!!!
El verdadero amor corrige, dice las cosas como son e impone disciplina. Por eso decimos amar a Dios; pero en realidad resulta difícil entablar intimidad con el hombre...y aquellos que lo han logrado; siempre terminan reclamándole el porqué tiene tan pocos amigos... y el porqué existen tantas religiones en su nombre.
Dios a los que ama los pule; purifica, prueba... e impulsa a dar lo máximo siempre, no espera menos. Por eso es tan difícil seguirle, si siempre anda hablando con signos!!!!... por eso también es tan fácil manipular su palabra entre nosotros!!!!
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