Y estábamos ahí con nuestros pelos largos y nuestras camisas floreadas, en contra de todo lo establecido, hasta de la Cruz Roja.
Y todos dijimos...carajo! Lo veíamos pasar todos los dias porque vivía en el barrio, pero nadie se animaba a acercarse. Yo digo, por ahí me acerco a saludarlo y le corto una buena idea, y estoy jodiendo la evolución de la Literatura.
Pero ese día lo teníamos ahí al lado. Entraron con otro señor y se acodaron en la barra, tomaron un té y nosotros decíamos, 'carajo! Qué oportunidad'.
Llamamos al camarero y le dijimos: 'Borges y su amigo son invitados nuestros'. Entonces cuando fueron a pagar, les dijeron: 'No, pagaron los señores que están en aquella mesa'.
Borges, muy educadamente, ya estaba totalmente ciego desde 1955, se hizo traer hasta la mesa y dijo:
- Señores, Caballeros, han sido ustedes muy gentiles, ¿A qué se dedican ustedes?
Y un imprudente del grupo le respondió:
- Somos colegas suyos, Maestro.
Borges, piadoso, respondió:
- Ah, que interesante, ¿Y qué es lo que escriben ustedes?
- Canciones de protesta, Maestro.
- Ah, ¡Cuánto los envidio! Porque a mi cuando estoy enojado, no se me ocurre nada.
-Facundo Cabral
Tomado de: https://www.facebook.com/photo/?fbid=769127591933005&set=a.475487367963697
No hay comentarios:
Publicar un comentario